Capítulo tres

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La seguí unos veinte minutos, manteniendo distancia y siendo bastante silencioso para que no me viese, ¡Soy un ninja!

Se detuvo en una mediana casa de color blanco, de dos plantas, algo extraña. Sacó sus llaves con tranquilidad y al abrir la puerta de entrada salió un perrito muy pequeño.

—¡Hola mi bebé hermosa! —Bueno, perrita—, ¿Cómo estás mi amor? —Pronunció con una voz chillona, wow, ¡Hani es realmente adorable!

La perrita me vio y comenzó a ladrar en mi dirección.

Mierda.

No llegué a esconderme tras el poste de luz; HaNeul ya me vio y frunció el ceño, preparada para soltar groserías de su boca, obviamente dirigidas hacia mí.

Pero esa pequeña Yorkshire Terrier se aproximó a toda la velocidad que sus patitas le permitieron y comenzó a dar saltos. Me agaché a su altura y le repartí algunas caricias para luego alzarla en mis brazos. Lamió mi cara, es adorable.

—¿Qué haces aquí? —Preguntó con algo de fastidio en su voz. Le entregué a la perrita que por lo que vi en su placa, se llama Daisy.

—Quería pasar tiempo contigo.—Sonreí—. ¿Puedo entrar?

Se quedó pensando unos segundos, y finalmente habló. —Está bien, pero no hagas cosas raras.

¡Genial! Caminé tras ella nuevamente, pero esta vez con menos distancia entre nosotros. Por dentro su casa es muy bonita, pero vacía. En el sentido de que no hay nadie más que Hani y yo.

—¿Vives sola? —Pregunté.
Tengo curiosidad.

—Sí.

Okay, no es muy abierta, me di cuenta.

—¿Por qué? —Me observó sin expresión alguna.

—¿Por qué quieres saber?

—Tengo curiosidad sobre ti, HaNeul.

—¿Por qué? —Hani, ¡Deja de evadir mis preguntas!

—Porque quiero ser cercano a ti —Desvié mi vista avergonzado. No quiero que se entere de mis sentimientos, todavía no—. ¿Puedo sentarme? —Asintió.

Estaba por sentarme en una de esas sillas de madera del comedor. Y de repente sentí un maullido furioso y un ardor en la mano.

—¡Ah! ¡Carajo! —Observé mi mano derecha. Y tenía un rasguño bastante grande y cerca del final algo profundo, tampoco exagerado, pero lo era—. ¡Duele, duele!

—¡Kira! ¿Qué te dije de atacar a las personas? Dios mío —Regañó a la gata, es pequeña, ¡Pero sus uñas son fuertes!
—. ¿Estás bien?

Se preocupó por mí...¡Se preocupó por mí!

—Fue mi culpa, no la vi y casi me siento sobre ella... ¡Ah! Arde mucho —Me quejé soplando la herida.

—Tonto. —Suspiró—. Ven aquí.

Me sujetó de la mano izquierda y me guió hasta el baño, cerró la tapa del inodoro e hizo que me sentara allí mientras sacaba algodón y alcohol del botiquín.

Ya con el alcohol aplicado en el algodón se acercó nuevamente y se agachó frente a mí, tomando mi mano lastimada. Lentamente comenzó a pasarlo cuidadosamente por el rasguño.

—¡Ay, ay! ¡Hani, ardeee! —Me quejé como un niño pequeño, es que de verdad duele—. Ya está, ya está, estoy bien.

—Puras falacias —Respondió. Creo que le gusta mucho esa palabra—. Tengo que terminar de desinfectar esto, espera un poco, ¿De acuerdo?

Siguió con paciencia y tranquilidad. Observé su rostro detenidamente; sus ojos, su nariz, su boca.

Lee HaNeul es hermosa de pies a cabeza.

No me di cuenta en qué momento hicimos contacto visual. Nos sorprendimos avergonzados y nos levantamos al mismo tiempo.

¿Error?

Al hacerlo nuestras caras quedaron muy cerca, nuestras narices se rozaron.

Entonces ella se puso roja y se volteó. Ah...HaNeul, me encantas.

—Yo...Lo siento, Hani —Hice una leve reverencia en forma de disculpa, a lo que sólo asintió.

—Dame la mano.

Supuse que hablaba de mi mano lastimada, que ya había terminado de desinfectar. Me colocó una venda.
Repito, la herida no es exagerada, pero una simple curita no serviría.

Salimos del baño y caminamos hasta el comedor otra vez. Tomé mi mochila apurado.

—Gracias Hani —Sonreí, ella no frunció el ceño esta vez—. Es hora de irme.

Me acompañó hasta la puerta; Salí corriendo no sin antes decirle un "nos vemos mañana".

Tardé un poco en llegar a mi casa porque no conocía el camino desde la casa de Ha Neul.

Mamá me regañó por no prestar atención a las indicaciones de los maestros sobre que hoy no habría clases. Subí a mi habitación, me senté frente a mi escritorio y tomé una foto para subirla a instagram. Hacía un mes que no subía una foto, y decidí que esta sería perfecta.
En la descripción de la foto tuve la increíble idea de escribir: "Me curaron con amor <3"

Será divertida su reacción.

Minutos más tarde me llegaron notificaciones de que habían comentado. Y vi los de Jimin y de Hani.

Por suerte ella tiene su cuenta privada, sino, Park le respondería y esos dos se pelearían.

Park.Jiminnie: ¡¿Qué te pasó?!

Lee_Haneul: 😑

Sin duda, tuve una gran mañana.

➵ Uɢʟʏ ❥ Tᴀᴇʜʏᴜɴɢ » &quot;AU&quot;Donde viven las historias. Descúbrelo ahora