Yuta quedo devastado, no sabía y no quería entender los motivos por los cuales el peliplata no fue a su encuentro; toda la tristeza y dolor se transformaron en ira y rencor, desesperado por desaparecer su amor por la deidad arranco su corazón y lo encerró en un cofre ocultándolo en los rincones más profundos del Holandés Errante. Libre de los sentimientos afectivos que lo unían con TaeYong, el alma del pirata se oscureció deseando solo una cosa, desatar su venganza contra aquel que se atrevió a jugar con él.
Lleno de cólera se dirigió a los grandes señores piratas para revelarles el secreto de como dominar al mar; en venganza por la humillación, Yuta les enseño a los piratas como encerrar a la deidad en un cuerpo mortal. Dejo aquella encomienda en manos de los hombres y por su parte se dedicó a desatar su ira sobre todo navío que se atravesará en su camino, aquel hombre de alma pura y bondadosa desapareció junto con el dominio de Calypso sobre el mar.
Para el pirata todo era como debía ser, el traidor pago por sus crímenes y él ahora era completamente libre; más no era así, al romper su pacto con el dios el navío quedó maldito, todos los que navegaban con el gran Davy Jones quedaron unidos al barco condenados a errar por la eternidad en los océanos, solo pudiendo pisar tierra una vez cada diez años. Más no era algo que realmente atormentara al pirata, el ya no tenía ninguna meta a largo plazo así que la idea de domar los mares y a todas las criaturas que habitaran en él fue demasiado tentadora.
Así fue como el reinado de terror de Davy Jones empezó, por siglos dominó los mares y a todo ser vivo que deseaba aventurarse en él, fueron muchos los que murieron a manos de tan terrible capitán, nadie estaba seguro ahora que el pirata había dejado de ser humano. Por siglos, nadie pudo ni quiso levantar la voz contra semejante tirano, eso hasta que llegó cierto grupo.
Yuta no esperaba la rebelión que le enfrento, el grupo que acompañaba al gorrión, cansados de tanta opresión se levantaron en armas, aprisionaron al terrible Davy Jones y mientras decidían como terminar con su existencia, lo encerraron en una de las celdas de su barco. El gran capitán no hizo mucho drama, se dejó guiar tranquilo, pensando cómo liberarse para someter a semejante grupo, estaba seguro de que saldría sin muchos problemas de esta. No tuvo forma de prevenir lo que vendría, como iba a saber que aquella noche de luna llena, el terrible Davy Jones se enfrentaría a la criatura más terrible que alguna vez encontró, como iba a saber que después de siglos, él estaría en ese mismo barco y que se encontrarían una vez más.
Aquella noche Yuta se encontraba recostado sobre algunos costales que se hallaban en aquella celda, mantenía sus ojos cerrados pensando en su próximo movimiento para salir de esa prisión y derrotar a todos los que lo habían aprisionado. No se percató de la presencia que se mantenía en los barrotes mirándolo fijamente, eso hasta que aquella cantarina voz se levantó entre los sonidos del mar haciendo una única pregunta.
"Pirata, ¿Le temes a la muerte?" Yuta sabía a quién pertenecía tan melódica voz, no se inmutó, permaneció quieto mientras respondía.
"No" firme, igual que la primera vez que se lo preguntaron.
"Eso era lo que temía" Yuta escucho algunos cuantos sonidos, no estaba seguro de que era lo que hacía TaeYong "ha pasado mucho tiempo".
"Siglos"
"Tu apariencia no ha cambiado" fue en ese momento que decidió abrir los ojos para mirar al otro.
"Tú tampoco has cambiado nada, supongo que es normal tomando en cuenta que eres una criatura que vivirá por siempre" el japonés no podía descifrar la expresión del otro, no sabía que pasaba por su mente y hasta cierto punto le jodía "¿al fin le mostraste a los demás como es tu forma humana?"
"No, todos creen que Calypso es una mujer así que uso ese disfraz para ocultar mi verdadera identidad, sigues siendo el único que sabe que en realidad soy un hombre"
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Timeless (YuTae/TaeYu)
FantasyAl borde de la inconsciencia Yuta recuerda una voz, un suave murmullo sobre su oído, una suave melodía que apaciguaba los sonidos del desastre y relajaba su agotado cuerpo. "Pirata, ¿le temes a la muerte?" "No" respondió él en un último suspiro ante...