EN SU PODER (terminada)

Capitulo 42

Narra Diego

- por favor tienen que ayudarla - dije corriendo junto a la camilla
- señor tiene que esperar aquí por favor - pidió la enfermera
- por favor no dejen que muera - dije preocupado
- señor tranquilícese y espere aquí - dijo la enfermera entrando a un cuarto junto a Adriana

Me senté en la silla y comencé a jalarme el pelo con frustración y enojo, cuando por fin podemos estar juntos sucede algo, pero no me importa lucharé por ella hasta mi último maldito suspiro

- Diego - escuche

Volteo y veo a hanna junto a David

- venimos tan pronto nos enteramos - dijo hanna abrazándome - cómo está ella ??
- están revisándola - dije con la voz quebrada - les juro que si algo le pasa me muero, me muero - dije abrasando a David
- esto no pasará - afirmó David - estamos contigo, trata de tranquilizarte, solo tenemos que esperar - dijo David
- vamos siéntate- dijo hanna - iré por unos café ahora vuelvo - dijo desapareciendo por el pasillo
- no puedo perderla - dije - no a ella
- no lo harás, ella estará bien, deben revisarte esa herida

La enfermera se acercó y me miró preocupada

- debemos chequearlo, acompáñeme por favor...

Las horas pasaban tan lento que sentía que el tiempo no pasaba, hanna nos trajo comida y café, sin embargo se fue a descansar, David se quedó conmigo, 1, 2, 3, 4 de la mañana y aún nada de ella

De pronto la puerta se abre y el doctor que atendió a Adriana salió con su carpeta en manos

- familiares de Adriana ??- preguntó

Me puse de pie tan rápido como pude

- cómo está ella ??- pregunté preocupado

El doctor me miró con una mirada cansada y preocupada, trago saliva y suspiro

- lo lamento mucho señor, pero Adriana cayó en coma

Me quede analizando sus palabras, esto era lo peor que me podía haber pasado, la vida no me la quitará, pero me mantendrá sufriendo quién sabe por cuántos años

- no - dije negando mientras lágrimas caían por mis ojos
- tranquilo hermano - dijo David abrazándome

Lo abrace tan fuerte como pude, quería despertar de esta dura y cruda realidad, pero realmente estaba pasando y no podía hacer nada para cambiarlo

- puedo verla ??- pregunté
- adelante - dijo el doctor señalando la puerta

Me acerqué y abrí con delicadeza, mi corazón se estrujó al verla tirada en esa camilla, totalmente pálida y con las venas muy marcadas, llena de aparatos que la mantenían con vida, ella no podía estar en coma

Me acerqué y tomé asiento a su derecha

- porque me hiciste esto niña ??- pregunté tomando su mano - porque me cobras de esta manera todo lo mierda que fui contigo - dije lleno de arrepentimiento - ojalá puedas escucharme, quiero que sepas que lo lamento mucho, gracias a mis estupideces te perdí, y verte así es más duro que sentir miles de látigos azotandome la espalda, te convertiste en algo imborrable para mi, y cuando te alejaste, fue como una herida, ya no sangro pero la cicatriz seguía ahí, hice miles de cosas para sacarte de mi mente, pero tú eres imborrable para mi - reí - estaba en un cementerio aunque tuviera vida, todo lo bello que algún día conocí gracias a ti, se esfumo, dejarte sola, aquella noche lluviosa fue el peor error de mi vida, Dos años, dos malditos años - grite con rencor - y no pude olvidarte, desperdicié tanto tiempo, y ahora, volver a verte, fue como si mi alma regresara a mi cuerpo, verte echa toda una mujer, y el saber que no pase lindos momentos contigo me mata, me deja muerto mas de lo que ahora estoy, solamente espero que puedas perdonarme, y que no me dejes solo, te amo Adriana, te amo como nunca imaginé que amaría, con todo mi ser, con todas mis ansias, con todo de mi, eres lo mejor que me ha pasado, y siempre lo serás - sonreí

Me puse de pie y deposite un beso en su frente fría, acaricié su rostro apartando unos mechones de cabello

- descansa mi amor - dije con tristeza

Salí de la habitación y limpié mis lágrimas con desesperación

- tranquilo hermano - dijo David al verme - ve a descansar un poco, te prometo que mañana vendremos a verla - dije sonriendo
- Gracias por estar aquí para mi - sonreí
- siempre lo estaré hermano - dijo sonriendo

Golpee ligeramente su espalda y salí del hospital, con la esperanza de que Adriana algún día despertara, o quizá que ambos muriéramos..