El comienzo

4 1 0
                                    

Si, bueno. Tal vez pienses que eres la única persona que se siente aislada, excluida, que no encaja pero créeme no eres la única. A lo largo de esta historia te darás cuenta de que soy rara y no encajo, de por si, no me importa encajar (bueno, eso creo a veces). Créeme, mi vida es una mierda y antes ni me había dado cuenta. El título de esta parte es "El Comienzo" y bueno pues les voy a dar el comienzo de todo obviamente. Hace tres años, yo estaba en un colegio que era mi paraíso; yo era popular, tenía amigas, nadie se metía conmigo, en resumen, yo era la reina. En ese colegio, la presión académica era un dolor de cabeza y entonces mi padres me decidieron cambiar de colegio. Ahí comenzó TODO.

Me cambiaron a un colegio (aun sigo en ese colegio) donde la presión académica bajó muchísimo. El primer día de clases entre a la puerta pensando "Todo va a seguir igual, voy a seguir siendo la reina", adivinen que? La vida me puso 5 metros bajo tierra. Como sabrán, salí de un colegio donde yo era el TODO y entre a ese colegio pensando lo mismo. Obviamente cause una mala impresión, a pesar de eso, hice unas amigas los primeros días. Sus nombres son Sofía y Carla. Todo iba muy tranquilo hasta una estupida fiesta de San Valentín. En esa fiesta baile muchísimo con un chico muy popular a comparación mía. Nos hicimos súper cercanos y supongo que hasta nos llegamos a gustar. Su nombre es Gustavo.

Un día, en el chat del grado, todo iba bien pero no se que paso (no me recuerdo) y el me empezó a insultar. Yo no sabia que hacer así que solo deje en "visto" los mensajes. Me dijó
"Cerda"
"Estupida"
"Asquerosa"
"Rara"
Y demasiadas cosas más que aun no se me van de la mente. Ya que le es popular, los demás se le unieron y empezaron a noventa ese cosas de mi. Todo el grado le creyó. Mi reputación cayó aun más. Las amigas que había hecho ya no me hablaban ni me miraban de la misma forma. Ellas me dejaban seguir comiendo con ellas por pena pero yo sabia que no querían entonces, me fui.

Todos los días por un año entero tenía que comer con diferentes grupos. Claro, hubo una época en donde las cosas mejoraron. Me junté con un grupo de dos chicas muy agradables, Mella y Diana. Estuve comiendo con ellas varios días seguidos hasta que llegaron unos días en donde me decían "Hey, hoy queremos comer solas" y yo por supuesto que no me podía negar así q je solo me iba con una sonrisa en la cara diciendo "Ah, claro, y esta bien" pero no lo estaba. Jamás lo estuvo ni lo estará.

Mi vida día a día Donde viven las historias. Descúbrelo ahora