OT EL REENCUENTRO (WARIAM)

PARTE 18

(NARRA MIRIAM)

Llevábamos un buen rato tratando de tranquilizar a Aitana. Resulta que a la del flequillo le dio por jugar al beer pong con Cepoi y Amaia , como es obvio, las dos peques perdieron y tuvieron que beber mucho y Aitana no esta acostumbrada a beber, por lo que el alcohol le subió muchísimo. Por lo que pudimos entender entre sus sollozos, llamó a Vicente y le dijo que le dejaba porque iFridge era real. Ana y yo tuvimos que aguantarnos la risa, porque era todo muy surrealista, además, estábamos tranquilas porque sabíamos que Vicente no se había tomado en serio la llamada de su novia y seguro que había notado que iba borracha como una cuba. Conseguimos que la peque se pusiese el pijama y se durmiese, prometiéndole que no nos íbamos a ir de su lado y que nos quedábamos a dormir con ella.
Antes de que pudiese darme cuenta, Ana también se había quedado dormida, con un brazo protector rodeando a Aitana y las yemas de sus dedos acariciando el brazo que tenia yo alrededor de la catalana. Me quedé un buen rato observando su expresión relajada, su pecho subiendo y bajando a un ritmo pausado, sus labios formando una leve sonrisa, señal de que estaba durmiendo plácidamente. Yo en cambio no conseguía dormirme, tenía la escena que habíamos protagonizado la canaria y yo dándome vueltas en la cabeza. ¿Tenía ganas de que pasase? Esta claro que sí, si no, no habría jugado a provocarle como lo había hecho ¿Quería que fuese así y en las condiciones en las que estábamos? No, y eso es lo que me estaba comiendo por dentro. Una cosa era perdonarle y dejar la puerta abierta a una posible reconciliación y otra era follarmela en un cuarto de baño, borracha, mientras todos nuestros compañeros estaban en la planta de abajo. No sabía como afrontar la situación, no quería que la morena malinterpretase las cosas, seguía sin estar preparada para darle una segunda oportunidad. Todavía no había procesado todo lo que me había dicho  esta mañana y necesitaba el tiempo que le había pedido. Me sentía una mierda, porque yo había sido la que había empezado el jueguecito, yo había provocado la situación y, aunque había sido una noche increíble, sabía que me había equivocado. Seguí dando vueltas en la cama hasta que miré el reloj de mi móvil y vi que eran las 7 de la mañana y supe que ya no iba a conseguir dormirme.
Bajé a la cocina y preparé quince vasos de agua con una pastilla al lado de cada uno, sabiendo que todos iban a necesitarlo cuando se fuesen levantando. Después de dejar también hechas dos cafeteras y dos jarras de zumo de naranja, me fui al sofá y me puse a ver en el móvil fotos y videos antiguos, de la academia y de los conciertos. En algún punto el sueño me venció y me quedé dormida.

(NARRA ANA)

Mimi vino por la mañana a despertarnos para desayunar todos juntos y a ver como estaba Aitana. Cuando conseguí abrir los ojos me di cuenta de que Miriam no estaba en la cama y su pijama seguía doblado en la silla.
-Mimi, ¿sabes si Miriam se ha despertado ya?
-No estaba aquí cuando he entrado, todavía no he bajado.
-Yo la he sentido levantarse hace un par de horas- dijo Aitana todavía medio dormida.
-Bueno vamos a bajar a desayunar, a lo mejor se ha despertado un poco antes y ya está abajo.

Cuando bajamos, la mayoría de nuestros compañeros ya estaban en la cocina.
-Buenos días chicas, parece que tenemos un ángel de la guarda- dijo Nerea señalando una bandeja con un vaso de agua y un ibuprofeno para cada uno.
-Y hay café y zumo hecho para todos- a Roi todavía le costaba hablar.
Tenia claro que había sido Miriam, estos gestos solo los tenía ella.
-¿Alguno habéis visto a Miriam?
-¿No estaba con Aitana y contigo durmiendo?- preguntó Alfred.
-Cuando nos hemos despertado no estaba y Aiti dice que se levantó hace un par de horas- hablé en su lugar porque la pequeña todavía estaba en modo zombie.
-Chicos Miriam está dormida en el sofá, seguro que ha sido ella la que nos ha dejado todo preparado- dijo Amaia entrando en la cocina, era a la que menos se le notaba la resaca.- ¿deberíamos despertarle para que desayune con nosotros?.
-No- vaya, Aitana estaba volviendo a sus estado humano- creo que no ha dormido en toda la noche porque no ha parado de dar vueltas, a lo mejor se ha quedado dormida después de dejar todo esto listo. Vamos a dejarle dormir un rato, que se lo ha ganado.
-Ay, que haríamos sin nuestra leona- esta vez era Mimi la que habló, y lo hizo mirándome a mí. Se habría dado cuenta de mi cara de preocupación, pero no podía evitarlo, no sabía porque Miriam se había pasado la noche en vela, algo tendría que estar rondando su cabeza y lo que tenía claro es que no era lo de Aitana, porque las dos coincidíamos en que había sido una tontería fruto del alcohol.

Decidí esperar a que Miriam se despertase y preguntarle, porque algo me decía que lo que le había quitado el sueño a la gallega había sido lo que había pasado en el baño y, lo peor, es que no sabía si se lo había quitado para bien o para mal.