adios...

201 10 1
                                    

Tan pronto pude calmar a Simón salí y arroje mi muñeca a la basura. Aun estoy en shock, no se como una muñeca de trapo pudo moverse y tener tanta fuerza.

Pero lo bueno es que ya todo acabo, no volveré a ver ese montón de trapo con cara.

Después de dezaserme de ella entre a mi casa para volver a mi amado sueño, ¿y Simón?
-ese perro siempre se pierde.
Revise en toda la casa pero no le encontré mi ultima parada fue el sótano y sorpresa! Si estaba.

Lo lleve a mi habitación y yo me tire a mi cama para dormir pero unos segundos antes de quedarme dormida sonó algo en la ventana parecía que arrojaban piedras, me asome y no había nadie mi muñeca que recuerdo haberla dejado en la basura. Tampoco estaba; no pensé mucho y me fui a la cama.

A la mañana siguiente...

La Pequeña LinsyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora