Capítulo 1

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Cuando salí a la luz del sol brillante desde la oscuridad del cine tenía sólo dos cosas en la cabeza: Paul Newman y volver a casa. Deseaba parecerme a Paul Newman --- él tiene aspecto de duro y yo no ---, aunque imagino que mi propio aspecto no es demasiado desastroso. Tengo el pelo castaño claro, casi rojo, y ojos gris verdoso. Ojalá fueran más grises, pues me caen mal los tipos de ojos verdes, pero debo conformarme con los que tengo. Llevo el pelo más largó que muchos otros chicos, recto por atrás y largo en la frente por los dos lados, pero soy un 'greaser', y por el barrio casi nadie se toma la molestia de cortarse el pelo. Además, me queda mejor el pelo largó.

Me faltaba un buen trecho hasta casa e iba sin compañía, pero por lo general suelo hacerlo sólo, no por nada, sino porque las películas me gusta verlas sin que me molesten, para poder meterme en ellas y vivirlas con los actores. Cuando voy con alguien al cine me resulta un tanto incómodo, igual que cuando alguien lee un libro por encima de tu hombro. En eso soy diferente. Es decir, mi hermano mayor, Soda, que tiene dieciséis años para cumplir diecisiete, no abre un libro en su vida, y el mayor de los tres, Darrel, al que llamamos Darry, trabaja demasiado y muy duro como para interesarse en una historia o ponerse a hacer un dibujo, así que no soy como ellos, y en la pandilla a nadie le gustan los libros y las películas igual que a mi. Por un tiempo pensé que era la única persona del mundo que disfrutaba con ello. Así que me iba sólo.

Soda por lo menos procura entenderlo, lo cual es más de lo que hace Darry. Pero es que Soda es distinto a los demás; lo entiende todo, o casi. Por ejemplo, nunca me echa bronca, como lo hace Darry a todas horas, ni me trata como si tuviera seis años en vez de catorce. Quiero a Soda más de lo que nunca he querido a nadie, papá y mamá incluidos. Siempre esta encantado de la vida y no para de sonreír, mientras que Darry es seco y severo y casi nunca sonríe. Claro que Darry, a los veinte año, ya ha pasado por casi todo, ha crecido muy deprisa. Sodapop no crecerá nunca. No se que es mejor. Me enterare un día de estos.

En todo caso, seguí caminando hacia casa, pensando en la película y con unas repentinas ganas de tener compañía. Los greasers no podemos andar por ahí mucho tiempo sin que se nos echen encima, o sin que alguien se acerque y suelte un "greaser!", lo cual tampoco es para quedarse tranquilo. Los que nos asaltan son los socs. No estoy muy seguro de como se deletrea, pero es la abreviatura de socials, la clase alta, los niños ricos del West Side. Es igual que la palabra greaser, la que se usa para clasificarnos a los chicos del East Side.

Somos más pobres que los socs y que la clase media. Seguramente también somos más bestias. No al estilo de los socs, que andan por ahí asaltando greasers y destrozando casas a patada limpia con latas de cerveza, y que un buen día les dedican un artículo en el periódico por ser una vergüenza pública y una deuda de la sociedad al día siguiente. Los greasers somos un poco más como los hoods; robamos cosas y conducimos viejos coches arreglados y asaltamos gasolineras y armamos una pelea entre pandillas de vez en cuando. No es que yo haga cosas así. Darry me mataría si me metiera en líos con los polis. Desde qué mamá y papá murieron en un accidente de coche, nosotros tres hemos aprendido a estar unidos, comportándonos debidamente. Así que Soda y yo nos mantenemos lejos de los problemas todo lo posible, y cuando no hay más remedio, tenemos mucho cuidado de que no nos agarren en medio. Quiero decir que muchos greasers hacen cosas de esas, igual que nosotros llevamos el pelo largó y vestimos pantalones de mezclilla y camisetas, o nos dejamos por fuera los faldones de la camisa y nos ponemos chamarras de cuero y camisetas o botas. No pretendo decir que los socs o que los greasers sean unos mejores que otros, para nada; simplemente, así son las cosas.

Podría haber esperado a que Darry o Sodapop salieran del trabajo para ir al cine. Me habrían acompañado, o me habrían llevado en coche, o hubiéramos venido caminando, aunque Soda no puede estarse quieto y sentado el tiempo necesario para disfrutar de una película, y a Darry el cine lo mata de aburrimiento. Darry opina que ya tiene bastante con su vida como para meterse en la de otras personas. O si no, podría haberme traído a uno de la pandilla, uno de los cuatro chicos con los que Darry, Soda y yo hemos crecido juntos y a los que consideramos familia. Estamos casi tan unidos como hermanos; cuando creces en un barrio tan cerrado como el nuestro, terminas por conocer a los otros verdaderamente bien. De habérseme ocurrido, habría llamado a Darry, que habría venido a recogerme, o si no, Two-Bit Matthews -uno de la pandilla- me habría llevado en su coche si me hubiera acordado de pedírselo, pero es que a veces no uso la cabeza. Mi hermano Darry se enoja cada vez apoqué hago cosas así, pues por algo se supone que soy un chico listo; paso los cursos con buenas calificaciones y tengo un coeficiente intelectual elevado y todo eso, pero no uso la cabeza. Además, me gusta caminar.

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⏰ Última actualización: Jul 07, 2016 ⏰

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Rebeldes -S.E. HintonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora