-Hoy te vas conmigo-. Me doy vuelta y me encuentro ojos color miel mirándome fijamente muy cerca.
-¿Qué haces? ¡Déjame salir!-. Grito tratando de irme de ese lugar. Mala idea, una fuerte cachetada me deja inmóvil y lo miro asustada.
-Eres mía así que compórtate perra-. Dice entre dientes. ¿De qué habla?
-¿Eh?-. Me empuja contra la pared y me golpeo fuertemente la cabeza. Gimo y me tomo esta sintiendo como comienza a sangrar. Veo sus pies acercándose a mí. Quiero gritar, quiero pararme y luchar por correr. Pero estoy inmovilizada. Tengo mucho miedo. Si intento hablar sólo balbucearé.
-Eres preciosa-. Su mano me toma la barbilla obligándome a mirarlo. Se acerca hasta lograr que su cabello castaño roce mi rostro.-Es tan placentero ver lo hecha mierda que estás-. Roza mis labios y, finalmente, estampa estos con fuerza. Pongo mis manos en su pecho para que se mueva pero mi fuerza es inexistente. Siento una pequeña cosa entrando en mi boca. Él aprieta mi cuello logrando que la trague.
-¿Qué hiciste?-. Intento decir entre el medio de la tos.
-Nada importante-. La imagen comienza a desvanecerse.
-¿Me drogaste?-. Articulo, o eso creo hacer. No recibo respuesta alguna.
Y sin más, la imagen se desvanece completamente.
Abro los ojos lentamente tratando de acostumbrarme a la fuerte luz que tiene esa habitación. Una vez que lo logro presto atención a mí alrededor. ¿Dónde estoy? Me levanto sobresaltada y me quedo sentada en la cama. No tengo la menor idea de dónde me encuentro. Miro mi ropa y sigue en su lugar, eso es un gran alivio que se borra al instante que me doy cuenta de quién está mirándome.
-¡Por fin despiertas!-. Al frente mío está Jack apoyado contra la puerta mirándome traviesamente con esos ojos que ahora mismo parecen amarillos. Este chico es asqueroso.
-¿Que me vas a hacer?-. Pregunto enfadada ocultando el miedo que me está haciendo temblar. No sé cómo no lo nota, pero es bueno que no lo haga.
-¿No es obvio?-. Pregunta con un tono calmado. Niego con la cabeza y el lentamente se separa de la puerta y se acerca a mí.
-Aléjate-. Grito tirando toda la firmeza y el enfado al carajo y dándole lugar al miedo. Casi se tira encima de mí y pongo una mano en su pecho para pararlo.
-Ya te dije que eres mía, yo te doy órdenes a ti, no tu a mí-. Dice muy enojado. Quita de un manotazo mi mano.
¿De qué habla? ¿Por qué soy de él? ¿Quién se cree?
-¿Quién te dijo que soy tuya?-. Pregunto. Mi voz cambió muchísimo. Antes de que se acerara era firme, ahora se nota perfectamente el terror en ella.
-Tu madre te vendió, ¿Feliz?-. No puede ser. Ahora entiendo todo. Ese hombre... ese hombre seguro era el papá de Jack. Empiezo a ver borroso por las lágrimas que se acumulan.- ¿Qué se siente que te desprecie hasta tu propia sangre?-. Pregunta con un tono burlón. Siento un gran dolor en el pecho, un nudo en el estómago y la garganta. Las lágrimas comienzan a caer. Sabía que acercaba algo malo.-Se cumplió, sí eres una prostituta ahora-.Comenta riendo sádicamente.
Comienza a tocar mi pierna y chillo asustada entre lágrimas.
-¡Cállate!-. Grita con ira.
Se acerca a mi rostro y antes de que pueda hacer cualquier otra cosa le pego un rodillazo entre sus piernas y él cae al piso gimiendo de dolor. Me paro pisándole accidentalmente la mano... en otra ocasión me hubiera sentido culpable, pero no siento absolutamente nada. Salgo de la habitación, de la casa dejando la puerta abierta detrás de mí. No me sigue, eso es muy bueno.
Miro alrededor, sé que barrio es. Sé cómo volver. Sin volver a mirar atrás comienzo a correr a mi casa, escucho que gritan mi nombre detrás pero yo sigo corriendo. Por nada del mundo pararé.
Llego a mi casa muy, pero muy cansada, y al entrar me encuentro a Noah enojado. Al verme cambia la expresión a una de preocupación.
-¿Emily? ¿Qué te pasó?-. Ni siquiera puedo hablar, lloro y lloro. Me acerco y lo abrazo, él me corresponde al instante.
-¡¿Por qué mierda siempre arruinas todo!?-.
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Gritos Silenciosos (1° Temporada)
JugendliteraturEmily, Emily Watson. Dieciséis años. Cabello castaño, ojos celestes y estatura media tirando a alta. Esa sería una presentación perfecta para que no te dé... ¿Asco? ¿Miedo? ¿Repulsión? Elige la opción que quieras, ninguna será nueva. Vivo con mi ma...