15 Almas (Pausado)

-Alex the Demon

Yo... No me gusta hablar de esto... Pero... Está bien, así empezó mi historia.

Un chico de aproximadamente 17 años, alto, musculoso, ojos marrón oscuro, cabello negro, todo un éxito con las chicas, soy lo que llaman un rompe corazones, he quitado muchas virginidades y luego desechado a las chicas... Era hijo de un empresario muy exitoso, se dedicaba a la construcción, por lo cual era un hombre muy ocupado, tenía una hermana de 15 años. Mi madre murió de cáncer cuando ella tenía 2 y yo 4 años, sufrí mucho, desde esa edad soy bastante frío, solo le doy cariño a mi hermana, y en ocasiones. Esto sucedió hace mucho tiempo...

Tenía yo 16 y mi hermana 14, cuando me entero por medio de una amiga de ella que tenía un novio hace 2 meses, podrán imaginar mi rabia, no me lo había presentado, sé que a mi padre no le importa, pero a mí si, por lo que fui y le dije

-Ya sé que tienes novio...-A lo que ella respondió.

-¡Quién te dijo!

-Tú amiga Carla. Quiero que lo traigas para conocerlo.-me fui cerrando la puerta tras de mí dejándola con la palabra en la boca.

Era el día, iba a conocer al infeliz que quería estar con mi hermana.

El tipo llego a la casa, le habíamos dicho al chef que preparase sushi, me encanta el sushi, cuándo el tipo llego se quedó viendo el sushi mal, como si no supiera que es, yo ahí aproveche y le dije:

-¿Que, eres tan idiota que no sabes qué es?- con una sonrisa victoriosa. A lo que él dijo:

-Sé que es pero no me gusta- y yo pensaba este quien se cree que es. Le respondí,-tengo mi chef personal y aunque pudiera decirle que me hiciera otra cosa, quiero ver que te comas el sushi o te compres tu propia pizza-

• Pasaron 2 meses •

El chico había empezado a caerme bien, había pasado el fiasco de la primera cena y ese día íbamos a comer de nuevo, esta vez iríamos a un restaurante de comida rápida, yo ordené una hamburguesa y todos los demás pidieron hot dogs, el chico estaba bastante raro, veía mal a mi hermana y yo sabía que nada iría bien esa noche.

-Yo... No sé cómo decirlo pero ¡Ya no quiero estar más contigo, me canse de tus tonterías, me agotaste eres imposible de aguantar, vete a la mierda!-

A lo que yo respondí

-¡Maldito desgraciado, vete a la mierda, como te atreves a hablarle así a mi hermana es que tienes mierda en la cabeza maldito malnacido.

El muy imbécil no se quedó callado sabiendo que estaba en desventaja intento darme un golpe, el cual esquive, puesto que como era hijo de una persona muy rica, mi padre me había inscrito en boxeo, karate y lucha libre, por si intentaban secuestrarme. Con esto había hecho sufrir a muchas personas, ya sea lo merecieran o no, se puede decir que soy muy, tal vez demasiado mala persona, pero sigamos, después de esquivar su golpe, se lo devolví en la boca del estómago, el chico se tambaleó, ahí yo aproveché y de una patada en la boca, rompí sus defensas, la boca le quedo sangrando a borbotones, luego de un golpe a la costilla, me decidí a acabar con su vida, de no ser, lo hubiese hecho al momento de no ser porque salió corriendo y tomo un cuchillo de la esquina, no fui lo suficientemente rápido para esquivarlo y me hizo un corte en diagonal por mi ojo izquierdo, sin alcanzarme el ojo, pero, por mi ojo izquierdo mi visión se tornó en un rojo oscuro... Mi sangre, esto hizo que mis deseos de matar crecieran a niveles insospechados, luego de esto, el chico me alcanzó a dar un corte sobre la costilla, llegando a mi pulmón, ya mi padre estaba llamando a la policía y ambulancias pero ninguna llegaría antes de que yo acabase con él, de tres golpes a la mandíbula se la disloque y con una patada en las costillas, le hindi todas las costillas, haciendo que estas se clavaran en sus pulmones y corazón causando una muerte lenta, pero irreparable, y yo, con mi corte al pecho no me había dado cuenta de que este sangraba, y demasiado, causando que, por la pérdida de sangre me desmayara, debido a la oscuridad que abundaba dentro de mi alma, el infierno me reclamaba rápidamente, ya la mitad de mi alma estaba en el infierno, cuando, reviví, los doctores habían logrado sanarme, pero un demonio... Uno de los más poderosos del infierno había logrado ocupar la mitad faltante de mi alma, convirtiéndome en mitad demonio mitad humano, apenas desperté, me desmayé, puesto que en mi mente se estaba librando la batalla decisiva, no permitiría que mi cuerpo fuera totalmente poseído y estaba luchando con toda mi fuerza mental para reprimir a ese demonio dentro de mi mente, lo cual logre, quede muy muy exhausto pero lo logré hacer, absorbí sus poderes y lo reprimí en mi mente, convirtiéndome en un ser de inigualable poder, aunque como todavía tenía la mitad de mi alma, esta seguía conectada por la mitad del infierno y con el refuerzo que tenía por los poderes demoniacos puedo visitar el infierno con la mitad de mi alma, me convertí en un enfermo de poder. Siempre queriendo tener más y más, tanto así que hice un pacto con el diablo, si le traía cinco almas podría tener un deseo sin ninguna regla, aunque ya eso no sería problema...

*Alex the Demon se ha unido al grupo*