Amor de mi vida

Capítulo 7: Las verdades duelen

Al otro día cuando llego a la oficina, pienso y pienso, tengo que hablar con María José, necesito decirle que me atrae, que no he podido dejar de pensar en ella desde el día en que la conocí. Pero hoy no, no puedo, es demasiado pronto para todo esto.

En ese momento se abre la puerta, es Francisca.

-¡Hola!.

-¿Puedes tocar la puerta por favor?. (Frunciendo el ceño, no me gusta que entren así a mi oficina).

-Perdón, no pensé que te ibas a enfadar tanto.

-¿Qué quieres?.

-Necesito saber, ¿que vas a hacer con…. Cómo se llama la ingeniera comercial?.

-María José, ¿a qué te refieres?.

-A que necesita un contrato y una oficina.

-En verdad no he hablado con ella del tema del contrato, pero no va a trabajar acá, va a trabajar desde su oficina y cuando la necesitemos vendrá.

-¿Y te parece eso bien?.

-¿Por qué no?.

-Porque la necesitamos acá, imagínate pasan cosas y eso.

-No, ella me dijo que no quería trabajar acá, sino de su oficina, y a mi me pareció bien, si la necesitamos la llamaremos.

-Mañana quiero reunirme con ella, ¿me acompañas?.

-¿Para qué?.

-Porque necesito hablar con ella, necesito cuadrar cosas y eso.

-Francisca, no encuentro necesario que vayas a hablar con ella, te va a decir lo mismo que me dijo a mí.

No quiero que Francisca se acerque a María José, la conozco y sé que siente un poco de celos, se le ve en los ojos. Sé que es capaz de de inventar cualquier cosa para que ella se aleje de mí. 

-Voy a ir igual, ¿me acompañas o no?.

-Ok, pero tiene que ser mañana porque tengo cosas que hacer.

-Ok, pero mañana temprano, tengo cosas que aclarar con ella.

Momento, momento, ¿tengo cosas que aclarar con ella?, bueno entre ella y yo no ha pasado nada, no tengo por qué preocuparme, pero insisto no quiero que se acerque a ella. 

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-¿Que pasa?

Estoy en mi oficina y Andrea me mira, no le he dicho nada de que me voy por unos días, quiero estar preparada para las preguntas que me va a hacer cuando le cuente.

-Dime la verdad, ¿te gusta Eduardo?, porque no encuentro otra razón por la que te hayas puesto así.

-Que no, no me gusta. Oye, te tengo que contar algo.

-Dime.

-Me voy a tomar unos días, necesito pensar, tomarme un descanso antes de empezar a trabajar con Eduardo. Pero trataré de llegar el domingo para no llegar tarde a nada.

-Bueno, si tu lo dices, ¿estás segura que no pasa nada con Eduardo?.

-Segurísima. Quiero dejar todo listo hoy para poder irme tranquila y no dejarte nada sin terminar.

-No te preocupes, yo me las arreglo.

-No, en verdad no quiero dejar nada sin terminar.  

-¿Café?

-Por favor.

En algún momento alguien me dijo que no era bueno huir de los problemas, pero en este momento quiero huir, quiero olvidarme de todo lo que me ha pasado las últimas semanas, de todo.