Capítulo 1: ¿Acaso te pregunté?
''Hola'' escuché eso con un tono alegre y simpático, parecía una mujer
agradable.
''Hola'' contesté con un tono seco.
''Necesito que te presentes'' dijo aquella mujer sentada mirándome
fijamente.
Creo que nunca nombré que soy pésima presentándome frente al público
o simplemente hacia una persona. Lo único que me salía decir es ''Hola,
soy Jean, adoro el café'' pero sé que eso no es lo que pretende esta
mujer, ni siquiera sé cómo explicar el porqué de mi nombre ''Jean''. ¿en
qué pensaba mi madre al ponerme ese nombre de tipo de tela? Yo
tampoco lo sé, igual no es tan desagradable después de todo. Volviendo
al tema, creo que sí tendría que vivir de presentaciones hacia mí,
apostaría que moriría de hambre.
A propósito; seguro que preguntarás: ¿quién es esa mujer? Da, es una
psicóloga, sí, estoy con una psicóloga y ¿por qué? Mis padres están
asustados porque piensan que voy a terminar siendo una psicópata
matadora de personas, sólo porque no tengo amigos ni tampoco me
interesa tener. Esto no quiere decir que no me lleve mal con nadie, al
contrario, hablo con mis compañeros de la preparatoria y todo eso que
hacen los adolescentes. Pero en mi infancia ni en mi adolescencia invité a
alguna amiga a dormir a mi casa, nunca hice una piyamada ni nada por el
estilo, eso es preocupante.. según mis padres.
''Oh, me llamo Jean'' dije con gran seriedad.
''Jean, que gusto conocerte, mi nombre es Anabella, pero puedes decirme
Annie''
¿Acaso te pregunté? Esa pregunta sonó en mi cerebro y solté una sonrisa
disimulada.
''Un gusto igual Annie'' Sonreí
Pasaron 30 minutos de esa charla ''entrevista''. Era el primer día y me
entrevistaron a mi. Debía presentarme todos los miércoles de 15:00 a
15:30 fabuloso. Nótese tono sarcástico en esa última palabra mía.
Mi viaje para volver a mi casa fue en un bus, con música en mis oídos...
¡Bendito sea el creador de los auriculares!
''Mamá, estoy aquí!'' grité mientras cerraba la puerta principal.
''Hola cielo'' mamá salió de la cocina y me dio un beso en la frente. Sin
duda, los besos de mi madre eran los más dulces, llenos de amor y
sinceridad.
''Que quieres que te diga?'' Pregunté rompiendo el momento cariñoso.
''Lo siento, es por tu bien'' contestó con vergüenza.
''No entiendo esto, sólo te dejas llevar por estereotipos de papá, si no
tengo amigos es porque no he hablado lo suficiente ni tengo la suficiente
confianza, no porque quiera terminar siendo una psicópata como dijo él''
escupí.
''Pero él no..'' No terminó su frase por mi interrupción.
''Si que dijo eso, estúpida no soy, tendré cara, pero no lo seré. Hablo con
gente ¿sí? Sólo que no quiero confiar, nada más, ya va a llegar,
tranquilícense'' Dije un poco más relajada.
''Tienes 16 años, cuándo tendrás tiempo? Ni en tu infancia estuviste con
alguien'' Dijo reprochándolo.
''El tiempo que sea necesario'' Dije cortante.
Estaba furiosa, sólo subí a mi cuarto y me quedé ahí, tirada en mi cama,
mis auriculares parecían encarnados en mis oídos y mi cabeza se
desconectó del mundo, lo único que me gustaba escuchar era esa
hermosa frase de una canción que decía ''sing me to sleep'' ''and then
leave me alone''. Me encantaba ese tema, lo saqué de un libro, creo que
con eso me relajaba y me desconectaba, podía repetir ese tema una y
otra vez, no me importaba, no me cansaría de ella.
Mis ojos me pesaban, el sueño me ganó, me dormí...
2:35 de la madrugada. El hambre me despertó, se vé que dormí
demasiado, que digo... DORMÍ DEMASIADO!
Fui hacia la cocina, por cierto mi casa no era de dos pisos, los cuartos
estaban abajo pero era una casa gigante. Caminé hacia la cocina, me
hice un sándwich y me quedé ahí mirando el techo de la cocina mientras
pensaba en lo ridícula que me vi en mi primer día con una psicóloga.
Mañana era sábado, eso me alegraba pero a la vez no, los fines de
semanas me aburría como bocina de avión, no hacía nada, porque claro,
no tengo amigos. Já.
Mi vida se basaba en 4 acciones: ''casa, colegio. Colegio, casa'' Estaba
en el anteúltimo año de preparatoria, mi hermano estaba en el último año.
Era algo fascinante ver a mi hermano con su suéter de ''egresado'' con
sus compañeros se iría de viaje de final de preparatoria a Miami y luego
tendrían su fabulosa fiesta. Mi hermano me llevaba un año de edad,
éramos bastantes unidos, compartíamos gustos musicales y películas.
Él era todo lo contrario de mi. Tenía amigos, novia, iba a fiestas, era
popular, era divertido y para nada engreído. ¡Guarda! Tampoco era
engreída pero.. da, dejémoslo ahí.
En cambio yo, era solamente Jean y él Jay. ¡Mamá y papá los felicito por
la inspiración de nuestros nombres!
Jean Urwantzoff, esa era yo. Tan sólo, Jean Urwantzoff.
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Confía en mi.
Novela JuvenilJean Urwantzoff, ésa soy yo, la que no tiene amigos, las que sus padres no le tienen confianza y yo.. ¿por qué no confío en nadie? Da, mi mente y yo. Dos personas cambiarán mi vida por completo... Sólo, disfruten.