Capítulo 5: La visita

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“El cielo se oscurece cada vez más y más, mil luciérnagas montándose en un rascacielos, rubí impalpable esfumándose sobre esta. Estrellas escondidas tras las nubes no dan oportunidad alguna a ellas y el viento cortando la piel de las dos jóvenes sobre el rascacielos. Inquietud y razón no es la mejor combinación para las sensaciones en ese momento. Minutos después, una de ellas cae verticalmente desde el tope de la ciudad, sosteniendo la cabeza de la otra.”

-McAllen

20xx Diciembre 20, 9:45

“Querido diario, te maldigo mil veces en el nombre de lucifer para que te vuelvas más responsable de mí. Ya han pasado tres días, tres días tras el accidente que paso en la casa de los Clark’s. Pareciera que estoy en vivo y en directo en una película de terror, donde la gente muere sin saber que ya es su hora. Policías dicen que hubo una fuga de gas en la cocina y choques de electricidad estática causando la explosión que no me dejo dormir por una noche entera. El sonido de la explosión fue demasiado para mis oídos, tuve que ir a un otorrinolaringólogo para que se destape del impacto. ¿Mi cuarto tiene que estar justamente alado de la casa de los Clark’s? Más les vale que sus espíritus no se refugien en mi cuarto, por que llamar a un bendito caza fantasmas ya es del siglo XVIII. Bueno, ahora saldré con Amy a hablar sobre cosas, cosas que ambos estamos conscientes.”

20xx Diciembre 21, 10:10

“Hoy Fenderic me llamo, no estuve de buen humor para escuchar sus charlas de adulto como podríamos decir, siempre habla de cosas que a veces ni entiendo. Ah sí, ya estamos en vacaciones, y pronto será navidad. Mis padres me dijeron que la íbamos a pasar en la casa de la abuela, lo que tomaría unas horas manejando desde la zona en el que vivo. Esto es genial, bueno, por al menos para mí. Tengo que tomarme mi tiempo y refrescarme alejando de esta ciudad. A veces alejarnos de lo más común es lo mejor para sí mismo, espiritualmente.”

Estoy aquí sentado solo en la sala mirando un canal que se llama Travel channel. A veces pienso que el mundo es demasiado grande, no entiendo por qué la gente dice que es pequeño. Esas personas creen que si ya se ha descubierto todo de este planeta entonces es pequeño para ellos. Ellos piensan que si es que se topan a alguien que no se han visto hace años en la calle creen que el mundo es pequeño. No. El mundo es demasiado grande, ¿Quién apreciaría mi existencia en este mundo? ¿Quién sabe que yo existo? Esas preguntas son tontas y necias a la vez. Entrometiéndome en este juego no es más para apreciar el valor de mi vida, que tanto valgo, literalmente. Una de las reglas ocultas de este juego es la acumulación. Lo que quiero decir es la acumulación del valor de tu existencia. Puede que mate a dos personas y obtener toda su ganancia. Pero en ese caso sería el objetivo principal para los demás participantes, porque mi valor es el más alto en ese momento. La gente es codiciosa, y el mercado se alimenta de la codicia de la humanidad, dejando fraudes y tragedias en la existencia. Si el valor de la marca del televisor frente mío es equivalente a $1500 entonces habrá otras marcas que serán capaces de vender un producto de la misma calidad a un menor precio. ¿Por qué hacen esto? Simple, no es simplemente para atraer más consumidores, sino es un desafío, un desafío hacia la otra marca, mostrando su poder y reconocimiento en el mercado. Pero también existen otras marcas, productos caros y obvios, que la gente sigue consumiendo ya sabiendo el mismo resultado del producto. Eso es uno de los puntos que creo que McAllen quiere entrometerse a nuestras vidas, el valor.

De repente el timbre de la puerta sonó. Odio ese sonido, siempre lo que se espera son oficiales, oficiales que traen ese olor de muerte a la casa. Camine lentamente a la puerta y sin mirar quien es la persona quien está afuera, abrí la puerta. Y no se esperan la sorpresa que me encontré. Una carta, una carta de color violeta en el suelo, aparentemente el quien dejo esta sorpresa tuvo que correr como el diablo para que no me lo encontrara aquí.

-          ¿Quién dejo esta carta aquí? – Tuve que susurrar, casi nunca recibo cartas, si son cartas siempre son de mi padre. Cartas de ayuda, cartas de pagos, cartas de recibos, etc. Pero rara vez que yo reciba una, y en este periodo tan crítico. Abrí la carta y me puse a leer frente la puerta.

“Tengo una petición, esto te beneficiara a ti y a mí. Quiero que te encuentres en mi casa esta noche a las 9 en punto. Dejo mi dirección al final de la carta, pero si faltas no me imagino que les podria pasaran a tus amigos. A tus queridos y confiables amigos.”

Doble la carta, lo deje en la mesa que estaba alado de la puerta, camine hacia la cocina y me serví un vaso de agua. Me puse a reír. ¿Con que el juego ya empezó uh? Regrese al sillón de la sala y seguí viendo mi programa, The Dead Files.

Llego el tiempo, Estoy parado frente la mansión de la persona quien me mando esta carta. Tuve que coger un taxi, porque ni muerto les hubiese dicho a mis padres que me trajeran acá. Toque el timbre, y en menos de 10 segundos alguien vino a abrir la puerta, una señora con traje de sirviente, claro. Mansión tan grande como esta tiene que tener sirvientes que trabajan para los dueños.

-          Usted debe ser Fenderic, lo están esperando en este momento. Por favor sígame. – El rostro de la señora no dio ningún gesto al decir estas palabras, y yo tampoco pensé responderla. Debo de estar loco, cómo puedo dejar que una carta me guiara hasta aquí. No tengo ni la menor idea de quien está adentro y que es lo que trama, pero… Lo desconocido siempre es lo más curioso, y lo curioso resulta ser siempre lo más asombroso.

Entramos a la mansión, y lo que me presenta frente mío es un espacio lleno de pinturas. Pinturas de diferente artistas y diferente movimiento artístico. Más de cien pinturas rodeándome, y cada una tienen una cosa en común, todas tienen por al menos una persona. Es un poco tenebroso viendo todas estas pinturas a la vez, cada una con sus diferentes estilos. Desde caras distorsionadas del movimiento del cubismo, hasta lo real que puede aparecer en una pintura del barroco. Cada una de las piezas parece que estuviesen mirándome, cada una de las personas en ese papel pareciera que tuviese alma alguna. La luz de la luna atravesando la superficie de las ventanas iluminando cada una de las pinturas, este sitio es realmente tenebroso, tenebroso en sentido de la atmosfera que otorga a este lugar.

-          ¿Con que si llegaste eh? Pensé que no ibas a venir. – La voz de una chica salpico desde el tope de las escaleras que está al frente mío, otra vez, con la ayuda de la luna, pude ver su rostro, blanca como un jazmín, es Kasumi, como no olvidar esa piel impecable y ese tono de color que tiene sus ojos.

-          Vaya, no me esperaba que fueras tu quien vive en esta mansión. Raros gustos que tienes. – Exclame desde abajo, mirando directamente a sus ojos. Pareciera que no tuviese alma. Los ojos son las ventanas de un ser y donde oculta su sinceridad y espiritualidad, los ojos no engañan, pero sus ojos, no puedo dar opinión alguna.

-          ¿Sorprendido? Todos estos dibujos son cosas muy especiales para mí y para mis padres ¿Quieres saber por qué? –

-          Dímelo tú, no tengo ni la menor idea. –

-          Me imagino que ya te diste cuenta lo común que tiene cada una de estas piezas. –

-          Cada una tiene por Al menos una persona ¿Verdad? –

-          Haha, no. Cada una de estas tienen solo una cosa en común. El autor de todas estas pinturas murieron suicidándose. ¿Y quieres saber algo más?  Cada persona que está en estas pinturas representan algo… Almas encarceladas en ellas, gente que han muerto, espíritus que he consumido… -  

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⏰ Última actualización: Jun 13, 2014 ⏰

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