los maknae mandan; Kookv/Jenlisa

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Jennie algo celosa por lo que veían sus ojos carraspeo su garganta llamando la atención de las perdonas que estaban en aquella clase, e incluso hasta a la profesora.

— Disculpe Profesora ¿me podria llevar a Manoban un segundo? — preguntó cortésmente viendo como la contrario asentía y le avisaba a la menor, la cual con pasos perezosos fue acercandose a la puerta.

Una vez llego a su lado la dejo pasar para luego hacer una inclinación a las demas personas y cerrar la puerta para tener una mejor conversación sin que el resto se supiera que pasaba alli. Cuando la menor estaba a punto de decirle algo a la castaña su brazo fue agarrado por Jennie jalando de este hacia su cuerpo logrando que sus labios se juntaran, Lisa no entendia lo que sucedía con su Unnie pero aun asi correspondió al beso, aunque recordó la escena del baño y alejo a la castaña de un empujón, viendo como esta bajaba la cabeza.

— Lo siento Profesora, pero estas cosas no se le hacen a las alumnas ¿o es que acaso le gusta jugar a estos juegos donde usted tiene el completo control sobre todos? — dijo seriamente Lisa sorprendiendo a la mayor por aquellas palabras — Te vi Unnie, con Rose, en el baño, parecías pasarla muy bien — exclamó entre dientes la menor mientras presionaba sus puños con fuerza.

Jennie por su parte no decia nada, estaba confundida, sentia como su pecho dolía y de en sus ojos comenzaban a querer salir esas tontas lagrimas, sabia que iba a perder a Lisa, sabia que jamas la volvería a ver, sabia que confiar en aquella persoba el habia traido problemas, y ahora su relación con la menor se acaabria, o eso es lo que pensaba. Al ver como Manoban empezaba a caminar de nuevo hacia su clase, Kim fue mas rapida y la detuvo dejando ver su nuevo aspecto triste y asustado, haciendo que la rubia abriera sus ojos sorprendida.

— ¡L-Lo siento mucho! ¡Yo no queria que eso sucediera! ¡No sabia que hacer! ¡E-Estaba muy asustada! — confesó mientras lagrimas salían de sus ojos y baja la cabeza ocultando su dolor.

— Jennie — la menor al escuchar la confesión de la castaña se acerco a ella para luego abrazarla con cariño y amor, nunca quizo ver triste a su novia por nada, y ahora se odiaba a si misma por haber sido la culpable de sus lagrimas — Yo lo siento Jennie, perdóname — dijo apegando sus cuerpo mas con el abrazo.

— No hay nada que perdonar amor — y con aquellas lindas palabras Kim acerco su rostro para formar un hermoso beso, sin saber que oculta detras de una columna estaba observando la culpable de que aquella parejita se separara