Wéstern → Supercorp AU.

5.

Dio una respiración profunda y mantuvo el aire en sus pulmones hasta sentir que su cuerpo se relajaba lo necesario para tener estabilidad en su brazo, estando sola se dio el lujo de cerrar su párpado izquierdo visualizando la botella de licor vacío a cinco metros. Jalo del gatillo y en menos de un segundo la bala estaba atravesando el vidrio unos milímetros lejos de donde había apuntado.

Alex mantuvo el revólver en su mano apuntando hacia el suelo, camino hasta su 'blanco' con una mueca en sus labios observó los restos del objeto.

- ¿Debería preocuparme que me estés observando? -Dijo estando de espaldas a la persona.

- No estoy armada.

Maggie camino varios pasos hasta estar cerca de Alex con una sonrisa divertida.

- Escuche cuando tú pie piso las piedrecillas.

- Inteligente pero ¿Por qué no te giraste?

- No estaba segura si eras tú.

Alex elevó y bajo sus hombros enfundado su arma girando su rostro a su izquierda mirando a la morena.

- ¿Y sí no lo era?

- Me hubiera dado tiempo de girar.

- Confiada pero no egocéntrica.

La ceja de la morena se movió junto junto con su boca dejándola en alto y a la vez sonriendole a Alex.

- Exacto.

- Según tus palabras... ¿Confías en mí?

- No has mostrado signos de hostilidad hacia mí y mi hermana.

- No parecen ser una amenaza.

- ¿Aún con lo del salón?

- Defensa propia. Tu lo hiciste, yo lo ví, la dueña lo vio, todos los presentes lo vieron.

- No creo que haya sido la mejor tarjeta de presentación.

- No la mejor pero sí una diferente.

Maggie acortó más la distancia entre ellas y estiró su mano hacia donde estaba el revólver de Alex.

- ¿Confiaras en mi mañana?

- Lo haría.

Sus miradas conectaron mientras la más alta dejaba el arma en la mano de Maggie que cuando acomodó el arma en su mano le apuntó a Alex en la cara. En ese momento un silencio se instaló un silencio que solo se vio interrumpido por la brisa que movía los cabellos sueltos de ambas chicas.

- No fue un movimiento inteligente, Danvers.

La mencionada sonrió acercándose hasta apoyar su frente en la punta del cañón.

- Tampoco es un movimiento inteligente no verificar si está cargada.

- Por su peso, no dudo que este cargada.

Maggie movió el martillo con su pulgar apretando la empuñadura con su mano y posicionando su dedo índice en el gatillo que jalo, no sin antes mover su brazo y apuntar a las demás botellas, disparando la bala del cañón que atravesó una madera donde se sostenían perdiéndose entre la vegetación.

- Como dije en el salón de Sam, elegante pero no eficiente.

- No estaba en las manos correctas -Dijo Alex aparentando tranquilidad a pesar de que su corazón se había acelerado segundos antes.

- Eso es lo curioso de las armas, podrían inventar la más potente o con una mirilla mejor pero en las manos equivocadas, no es nada más que un pedazo de metal inservible.