Amnesia. {Flozmin}

CHAPTER IV.

El visitar a sus hermanas en Amnesia después de horas y horas buscando trabajo resultó volverse una especie de rutina. Era una buena manera de terminar otro día más de decepciones, pero también, una buena manera de evitar a Dani ya que Florencia aún no quería toparse con él ni por casualidad.

Sabía que era un poco inmaduro de su parte evitar al chico teniendo en cuenta que aún tenían que vivir juntos por un tiempo indefinido, pero lamentablemente era así. A Florencia la educaron de esa manera; si no tienes nada bueno que decir entonces no digas nada.

Obviamente, la nula comunicación que había tenido con su ex novio en los últimos días dejaba muy en claro que no tenía nada bueno que decirle. Flor pensaba que era lo mejor; si entablaban una conversación lo más seguro era que terminarían discutiendo, y sinceramente, no quería hacer las cosas más incómodas de lo que ya eran.

Así que mientras más tiempo pasara en Amnesia, menos tiempo tenía que pasar sentada en el sofá de su casa buscando trabajo en el diario.

Se sentía bien ir a ese lugar cada noche porque después de tanto tiempo Flor sentía que por fin a alguien le interesaba cómo estaba, qué hizo en el día, etc. Al menos, mostraban interés en lo que decía.

Dani era un chico muy dulce y todo, pero recapitulando su relación, nunca estuvo muy interesado en lo que Flor tenía por decir. La mayor parte del tiempo era él el que hablaba sobre su trabajo y lo que hizo en el día, y para cuando era el turno de Flor, Dani ya estaba medio dormido o demasiado enganchado al programa que estuvieran dando por la televisión.

No es como que estuviera comparando a su ex novio con sus hermanas, o incluso con Jazmín quien resultó ser una persona muy agradable cuando aprendes a sobrellevar sus bromas e insinuaciones, pero ellas sí le prestaban atención.

Carla nunca hablaba mucho de ella misma a menos de que Flor le preguntara algo y siempre tenía el consejo perfecto bajo la manga. Podría hablar por horas con su hermana sobre cualquier cosa y sabía que no la aburriría o que perdería su completa atención.

En un lapso de dos semanas, Carla y Flor recuperaron el vínculo que tenían antes de que tomaran rumbos separados. También estaba Jazmín, pero con ella no había tenido la oportunidad de hablar mucho porque siempre estaba ocupada con la barra o coqueteando con cada chica linda que le pidiera tragos. Aunque de vez en cuando se acercaba al lado de la barra donde estaba Flor para hacer exactamente lo mismo, ésta última raramente caía en sus juegos.

Carla siempre se mantenía muy atenta con este tipo de interacciones, asegurándose de que Jazmín no cruzara ninguna línea con su hermana al punto de que ésta se siéntese incómoda, pero Flor lejos de encontrarlo molesto le halagaba que la pelirroja siguiese intentándolo sabiendo lo poco interesada que estaba.

Bueno, no. Todo lo contrario.

Flor estaba totalmente interesada en ella pero recién estaba saliendo de una relación en donde la engañaron... la personalidad coqueta de Jazmín definitivamente sería un problema para ella. Además, estaba casi segura de que esa atracción que sentía con la bar ténder se debía a una mezcla de la soledad con lo atractiva que era, así que suponía que era normal tener un pequeño crush.

Era divertido bromear con ella de todos modos, era como algo mutuo; Flor sabía que podía molestar a Jazmín tan fuerte como ella la molestaba.

Había días en los que Carla trabajaba detrás de la barra junto con Jazmín, justo como la rubia le había informado a su hermana el primer día que pisó Amnesia.

Carla era igual de asombrosa que la pelirroja al momento de tomar las botellas y combinar tragos, todo esto mientras mantenía alguna que otra conversación con los clientes.