- Dul -

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Jae cerró la puerta tras el sintiéndose repentinamente incómodo. Estaban en la parte de atrás del bar, en un pequeño patio interno que no utilizaban. El espacio era una especie de pulmón entre los edificios que lo rodeaban. Miro incomodo la espalda del mayor, este aún se encontraba en musculosa. Tembló al verlo ¿tendría frio? El aire helado estaba generándole un temblor incomodo, no imaginaba como se sentía el mayor.

-lindo espacio, no lo había visto antes- solto jaebum guiándose hacia él, una radiante sonrisa en su rostro

-este espacio no está habilitado para los clientes

-supongo que ese es el beneficio de ser uno de los jefes ¿no?- camino hacia el menor viéndolo tragar incomodo, jaebum se veía poderoso y varonil

-pertenece a mi familia en realidad, no es...mío

-¿importa?- parando delante de Youngjae, jaebum lo miro de lado, sus ojos se deslizaron por el cuerpo del menor con lentitud- y dime ¿porque uno de los propietarios esta...de fiesta en su propio lugar?- los ojos del mayor se encontraron con los de Jae haciéndolo temblar.

Había hambre en su mirada, deseo, era tan intenso que apenas podía procesarlo. Tragando nervioso se apoyó contra la puerta, no quería escapar pero necesitaba poner algo de distancia.

-solo quería divertirme un poco- Jaebum lo estudio atentamente sin emitir ningún sonido, sus ojos parecían perforar su alma- quise des estresarme- añadió sin saber porque, vio como los lados de la boca del mayor se elevaban hasta formar una hermosa sonrisa, un deje de diversión escapaba de ella –es importante disfrutar...la vida ¿no?

-lo es- colocando sus manos tras su espalda lo rodeo, Jae movía sus ojos siguiendo atentamente los pasos del mayor- y este lugar es perfecto para disfrutar, la pregunta seria ¿Qué tanto?

Toda la seguridad que Jae sintió cuando elaboro esa salida se caía a pedazos ¿Cómo enfrentarlo? Se sentía una presa a punto de ser devorado. Bajo la mirada clavándola en sus pies, no había forma de que se sintiera lo suficientemente valiente como para verlo.

-no se ¿algo?

Un fuerte golpe se oyó a un lado de su rostro cuando el mayor apoyo su palma contra la puerta, no se animaba a alzar la mirada con miedo a lo que podría encontrar.

-¿vas a decirme tu nombre bonito, o debo averiguarlo?

-Youngjae- soltó apenas en un susurro, tomo coraje y elevo la mirada haciendo que sus ojos se encuentren- Choi Youngjae

-Youngjae, me gusta- el contrario le regalo una sonrisa que dejaba sus perlados dientes a la vista- yo soy...

-se quien sos- lo interrumpió, amplio los ojos al momento, no debía decir eso. El mayor se detuvo estudiando su rostro, luego deslizo su sonrisa un poco más por su rostro viéndolo de lado

-¿a si?- Jae se encogió de hombros tratando de apartar la mirada- ¿y cómo sabes eso?

-tienes tu fama ¿sabes? Todos acá te conocen

Eso llamo la atención del mayor, coloco su otra mano contra la madera cuidando de no asustar al castaño. Después se deslizo unos centímetros más cerca asegurándose de invadir el espacio del menor, quería hacerlo saltar, obligarlo a que lo viese a los ojos. Cuando este lo hizo no pudo ocultar su sonrisa

-¿Qué tipo de fama?

-mala- una pequeña sonrisa cubrió sus labios mientras hablaba- del tipo que te hace correr hacia otro lado

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