Subió de Nivel

Capítulo 42. "Besos y estupideces".

-Espero que no me lleves a un club nocturno con este disfraz ¿ya llegamos? Te juro que no entiendo de qué se trata esta sorpresa ¿ya llegamos? Deberías de disfrazarte tú también, así no me siento demasiado extraño... ¿Ya llegamos?

-Si vuelves a preguntar eso, vas a ver la sorpresa por un sólo ojo. -digo con la vista fija en el camino, buscando signos de alguna fiesta. Lo último que quiero es que Gemma no haya leído el mensaje y no haya detenido la fiesta para cuando lleguemos.

Yo estoy conduciendo la camioneta de Harry y él tiene una de las bandanas que usa en la cabeza cubriendo sus ojos. Esas bandanas le hacen lucir extrañamente bien. Quiero decir, si ves a alguien común caminando por ahí con una bandana en la cabeza, te le quedas mirando raro por un momento. Pero si ves a Harry con una bandana en la cabeza, te quedas admirándolo todo el tiempo que se te sea posible.

Finalmente veo de lejos la casa Stylerie. Bien. No hay música, ni ruido. Pero hay muchos globos y autos, lo que significa que ya llegaron la mayoría de los invitados -quizá todos-, y Gemma sí leyó el mensaje.

Ocurre algo que no tenía previsto antes:

¿Y si a Harry no le gusta? Peor aún, ¿y si se molesta?

Oh mierda. No no no no no.

Sólo me queda rezar, y ser positiva.

...

-¿Huele a limón?

-Mmm... nop.

-¿Segura?

-Ajá.

-¿Ya puedo ver?

-Pronto, cariño. Tu sigue caminando. -le digo.

Tengo su mano izquierda entre mis manos mientras lo guío.

Finalmente estoy enfrente de la puerta. Giro la manilla, entro, hago entrar a Harry, cierro la puerta. Todas las luces están apagadas, todo está oscuro. Mejor así, me ahorro un momento incómodo en el que no sabría si saludar o no.

-Corazón, ¿ocurre algo? -pregunta Harry. Claro, él no sabe que nos hemos detenido porque ya llegamos.

-No, nada. Sólo... ya puedes ver. -le digo. Harry, ansiosamente, se levanta la bandana de sus ojos, y observa alrededor.

Entonces, se encienden las luces mientras se escucha el típico "¡SORPRESA!". Y todos comienzan a aplaudir, a gritar, y a reírse de la expresión de Harry: ojos tan abiertos que resulta preocupante, observando todo alrededor.

<< Dí que te gusta... o al menos sólo da una señal... >>

Y como si hubiera escuchado mis pensamientos, se giró hacia mí y me envolvió en un abrazo de oso. Luego de un suspiro de alivio, correspondo su abrazo. Mis pies no tocan el suelo por un par de segundos, después pisan de nuevo.

Harry retira su cabeza de mi cuello para besarme rápidamente en los labios.

-¿Fue idea tuya? -pregunta sonriente. Tiene el brillo en los ojos que un niño tendría si le regalaran una motocicleta de juguete.

-Sí, pero todos ayudaron muchísimo con...

Otro beso.

-Eres fantástica.

Yo le sonrío enternecida.

Pronto el momento se ve interrumpido por un chico que se abalanza sobre Harry, seguido de otro, y otro.

Gemma se encargo de los invitados, e incluyó en la lista a TODA la familia de Harry, y a viejos amigos.

Las personas comenzarán a saludar a Harry, así que decido alejarme un poco. No es que no desee moretones, sino que... esperen, sí es eso, no quiero moretones.