Capítulo 3: Lo que nosotras cambiamos (parte I)

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Recuerdo levantarme desganada de la cama, dispuesta a hacer el ridículo de nuevo, coger mi toalla y salir por la puerta de atrás. Cuando llegué, estaba tumbado encima de un flotador, con pose sexy para ponerse a mi nivel de ridiculez, cuando me vio, se quito unas imaginarias gafas de sol y me guiño un ojo. Menudo idiota! Pero los dos necesitábamos ese fin de semana, desde que mi padre se había vuelto a casar y mi hermanastra y su perfección rondaban por la casa, no había otra persona en el mundo con la que preferiría estar.

Dejé la toalla mal puesta en la hierva y me quité las chanclas. Él, por su parte iba animandome desde la piscina:

-¡ Osea tía fue suuper fuerte ! Jenny llevaba un conjunto horrible si la hubieras visto, estoy segura de que nunca le volverías a dirigir una palabra.

-Total- le contesté sonriendo y siguiéndole el rollo mientras iba dando vueltas alrededor de la piscina

- Lo se, pero la que si que estaba fatal fatal era Keira, de verdad no te lo puedes...- De repente se giro hacia mi y supongo que intuyó que no tenia ganas de hablar del tema. Yo mantenía la cabeza gacha, mientras seguía andando. No debí de oírlo venir, porque me sorprendió cuando me lo encontré detrás mio. Me giré poco convencida e incomoda, sin despegar la mirada del suelo. Y de repente me abrazó.

Ese era mi momento, en el que me iba a vengar. Espere un par de segundos y cuando nos separamos lo empujé y por fin lo conseguí, se cayó a la piscina. Cuando salió de debajo del agua oyó mi risa de satisfacción.

-Vaya... Cleo qlue tle enlseñalo blien plequeño saltamontes. Pero recuerda: un gran poder conlleva una gran responsabilidad.- dijo, sin perder el sentido del humor.

-¿Eso no es de diferentes películas?- conteste yo aún sonriente acercándome a las escalerillas de la piscina.

-Puede, ¿pero acaso eso importa?- dijo nadando hacia donde yo estaba.

-¿Como que puede? ¡Una es de spiderman y la otra de carate kid!- Conteste yo, ya dentro de la piscina.

Nos miramos a los ojos unos segundos antes de que el se zambullera y me cogiera por el tobillo para hundirme

***

Hice bien, los cascos fueron la mejor idea. Ni me molesto en decir nada, simplemente me tumbo en la toalla escuchando las nuevas canciones de Camila Cabello que me encantan y queriendo olvidarme de su existencia. De verdad que lo intento pero no paran de gritar ,supongo que para que yo lo oiga. Que si Max la tira a la piscina, que si ella se venga tirándolo a él. (obviamente, Max se deja) Jugando con el flamenco inchable o simplemente hablando. ¿Porque tanto interés del uno al otro de repente? Haber, no sabía si durante todo este tiempo habían estado hablando o viendo se, pero no tenía ningún sentido.El Max que creía conocer ni se molestaba en hablar o agradar a cualquier persona que no compartiera su pasión por los vídeojuegos. Y ahora parecía una persona distinta. ¿Y Keira? ¿después de lo mal que él había hablado sobre ella y ahora actuaba como si nada hubiera pasado? Además, a mi hermanastra nunca le habían interesado nada de las cosas que él le había explicado. En las comidas los dos se ignoraban mutuamente y siempre acababa estando con nuestros padres y añadiéndose a nosotros si se aburría y Max siempre conseguía de una manera o de otra echarla de la habitación para que según él "no nos infectara con su virus de perfección".

Ya han pasado varias horas y tengo la piel roja de tanto intentar cojer un poco de color. Así que con los cascos puestos, para no oírlos, me siento en el borde de la piscina pequeña para refrescarme. Para mi desgracia, ya he escuchado todas las canciones y la música se para provocando que escuche sin querer una conversación que Max y Keira mantenían.

-No eras así la última vez que vine, has cambiado mucho- dice mi hermanastra con voz suave mirándolo a los ojos.

-Tu también ahora eres distinta- contesta él con el mismo tono de voz.

-¿De que forma? -le pregunta Keira esperándose un cumplido de película. Pero lo único que obtuvo fue verlo desconcertado y nervioso sin saber que decir. Ella , muy paciente, le intentó ayudar- ¿Estoy más guapa?

-Si claro, bueno la la verdad es que nunca me... bueno ya sabes... Era distinto y...- Max esta muy perdido y yo me lo estoy pasando genial.La mentira no podía durar mucho tiempo,y la suya se le esta cayendo encima. Ella lo mira con cara cabreada pero intentándolo disimular con una perfecta sonrisa.

-Tranquilo Max no muerdo, puedes decirme la verdad- Miente mi hermanastra, si por algo se la conoce es por ser muy rencorosa y ,a cualquier signo de que él no la ama con todo su corazón, ella le haría pedazos. Y él lo sabe, yo le había advertido años atrás. Y no solo había entrado en la boca de lobo a propósito, sino que sabía, aunque se engañara, que no iba a salir vivo de esta.

-Bueno, ya sabes antes no nos...conocíamos tanto y yo no tenía en ese momento mucho interés en ti así que no me fijé.-Dijo más tranquilo pero aún así bastante temeroso de su posible reacción.

Keira ha hecho una cara de decepción, ha recogido sus cosas y se ha ido al piso. Max no la ha detenido y también hace ademán de irse, cuando pasa por mi lado se para y se gira hacia mí, me mira como si me quisiera decir algo, se lo repiensa y se gira para irse.

-¡Max!- lo llamo levantándome para que vea que me importa. Para mi sorpresa, se gira y me mira con cara inexpresiva.-Siento bueno, todo la verdad yo...

-Nunca has sido muy buena con las palabras- Me corta encogiéndose de hombros- Ni yo, por eso quizás en su momento conectamos tan bien como amigos. Pero ahora creo que tenemos diferentes intereses, la gente cambia.

-¡No hemos cambiado!-replico- esta mañana me has hecho una pregunta que solo un friki podía responder...

- Y dime, ¿Que has hecho tu? - Me pregunta interrumpiéndome de nuevo, cada vez más enfadado. Abro la boca para responder pero él ya ha contestado por mí- exacto, me has ignorado, has abierto la puerta como si yo no estuviera allí. Pero eso ya no tiene importancia, ahora si me disculpas voy a intentar pedirle a la chica que se que me quiere una cita.

No me deja decir nada más, se va dejándome con la palabra en la boca y rota por dentro. No sabía que hacer, quería desaparecer. La cosa que yo creía como más bonita del mundo, resultaba ser un arma de doble filo, el disparo certero de una pistola que te golpea en el retroceso un beso lleno de amor, que te llena las venas con el más potente y doloroso de los venenos.

Fuera lo que fuera, no sabía si estaba lista para sufrir y mucho menos por alguien que yo ya creía perdido desde hacía tiempo(osea más o menos unas 3 horas)

Diario de una gamerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora