Era de madrugada en ponyville, la luna daba paso al sol en el horizonte, más allá de los cerros donde la silueta de la capital siempre se confunde con el castillo, el día daba por terminada otra tétrica noche en el bosque everfree, los pegaso que radican en el pueblo, salían a reportarse al turno matutino, pues ese día tenían programado crear una hermosa mañana de primavera, volaban en grupos que los hacia confundirse a lo lejos con las aves migratorias, mientras, a su vez, los demás ponis se preparaban a dar fe de su cutiemark, en otro día de compartir talentos con el resto del pueblo.
Es en medio de esta escena, es que encontramos en un elegante, opulento y no muy velos trote a Rarity, la bella unicornio quien esa mañana se levantara más temprano de lo usual, se arreglara un poco de más su crin color violeta en tono un tanto oscuro, se pusiera un poco menos de maquillaje de lo usual en busca de una expresión más natural y eligiera una capa sencilla pero a su vez sobria y elegante, la cual resaltaba los diamantes en su costado, todo esto, tan solo para dirigirse a la biblioteca, donde planeaba regresar un par de libros sobre alta costura colonial, otro sobre vestidos de gala europeos, así como unas reseñas a vestimenta oriental, siendo estas últimas las que más le llamaran la atención en futuros proyectos para su butik de modas, mas todo esto era solo una pantalla, pues su plan no era principalmente el de solo regresar los libros, despedirse y marcharse, sino el hacer una visita sorpresa a un amigo muy especial para ella, pero dicha visita tenía que ser a esa hora en la cual ella sabía, la ocasión seria solo para ellos 2, pues su amiga Twilight, otra unicornio quien es la apoderada del lugar, aun estaría en un profundo sueño, recostada en su improvisada habitación en el segundo piso, donde junto con su telescopio, una vela casi totalmente consumida y varios papiros con anotaciones, callo rendida, pues realiza serios estudios de los astros hasta altas horas de la noche.
El momento era perfecto, el modesto pero osado plan iba viento en popa, se encontraba ya a un par de esquinas de arribar a su destino, cuando una familiar figura, dentro de un fuerte mas no segador destello se apareciera frente a ella, saludándola con esa dulce vos, cuyo encanto aria olvidar de su desgracia a la más desdichada de las creaturas, Rarity se postro de inmediato con una elegante reverencia y contestando al saludo con un tono que denota aun su sorpresa, pues tenía ante sí, a la
Princesa Celestia, una alicornio de fino semblante, abundante belleza y amplia sabiduría quien a su vez es la tierna pero firme autoridad que gobierna toda Equestria, atónita ante el honor inesperado y con la finura que caracteriza a una dama de su porte, Rarity pregunto anonadada:
Rarity: - Pri... prii.... Priiinn.... ¡Princesa! ¿A que debo el honor de su.... repentina presencia? - Y agrego en sutil tono sarcástico, - y aquí en medio de este callejón, a solas, entre las cajas y justo ahora que usted acaba de levantar el sol – ya que la principal labor de la princesa es la levantar el sol en las mañanas y dar el ocaso en las noches, para que luego su hermana quien irónicamente se llama Luna, se encargue de los astros nocturnos y demás asuntos de la noche. – deba usted estar cansada – agrego Rarity, así como tratar de decir lo que fuese, pues no solo estaba impactada del hecho, sino algo asustada del porque estaba ante ella y de lo que le pensaba decir, tal vez acaso solo está de paso, en camino a visitar la pastelería de su amiga Pinky, al final de dicho callejón para tomar un bocadillo matutino posterior a levantar el sol, pues es sabida su debilidad por la repostería y apareció hay para no llamar la atención y coincidentemente yo estaba aquí, pensaba Rarity, o si me busca a mí, tal vez para algún remiendo repentino a una de sus prendas reales que necesite con urgencia y ...que honor.... Fui la primera en quien pensó para la labor.
Celestia, quien pacientemente espero a que Rarity saliera de su sorpresa y terminara de decir todas sus teorías de lo que acontecía, viéndola cada vez más calmada, se integró a la conversación.
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Un día lleno de sopresas - Por Izzy Brony
RomanceEl imposible amor entre Rarity la unicornio y un dragón llamado Spike, y como la princesa Celestia intentara evitarlo