|001|

49.5K 3.1K 1.9K
                                    

El pitido de la alarma le anunciaba que un nuevo día de sufrimiento y cansancio le aguardaban, apenas sentía que había tocado la cama y la alarma ya comenzaba a sonar

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

El pitido de la alarma le anunciaba que un nuevo día de sufrimiento y cansancio le aguardaban, apenas sentía que había tocado la cama y la alarma ya comenzaba a sonar.

Era algo fastidioso, algo cansado, quería acabar con ello. Su cuerpo pesaba y sus ojos le ardían y aún se encontraba con la ropa de la madrugada, no había tenido las ganas de hacer algo más que ir directamente a la cama y descansar.

Se levantó dejando caer sus manos a sus costados, el recuerdo de aquella noche donde su primo Hoseok le había llamado para avisarle del accidente, se hizo presente. No era nada raro que pensará en ello muy seguido, más cuando vivía sólo y tenía que valerse por si mismo.

Recordaba aquella noche fría en la cual salió corriendo del edifico, importándole nada que estuviese lejos, no sabía como, ni mucho menos cuanto se había hecho, pero su corazón lo sintió detenerse cuando vio las luces rojas y azules de las patrullas, combinarse con los murmullos y gritos de los oficiales diciendo que retrocedieran.

Así mismo aquellos sollozos de su primo y su tía.

−¿Q-qué pasó?− preguntó el castaño de ojos color miel acercándose a su tía, no quería escuchar aquella respuesta que sabría le partiría el corazón pero era necesario.

Hoseok lo acunó entre sus manos, pegando su frente con la del castaño, apretando sus labios y sus ojos, sorbiendo por la nariz −Taehyung... lo siento primo−

Su voz se quebró y sintió el cuerpo menudito del castaño caer de rodillas para comenzar a gritar con todas sus fuerzas, tomando las manos de Hoseok, apretándolas con fuerza.

No tenía la fuerza para acercarse hasta donde se hallaba el accidente, parecía fuerte pero no lo era, no en ese caso. Estaba lastimado, le estaba doliendo, su corazón se había roto.

Y eso era una tortura para Taehyung, tortura que cada día llevaba sobre sus hombros, porque a pesar de todo quería salir adelante por su cuenta, aún cuando su primo y tía habían querido ayudarlo, él se negó rotundamente, no quería ser una carga.

Suspiró pesado y se metió al baño, mirando las bolsas bajo sus ojos que esa vez se marcaban más, trabajaba demasiado en un bar de Seúl y le pagaban muy poco, le alcanzaba para pagar la renta y su universidad, aveces ni para comer le alcanzaba y eso también comenzaba a notarsele.

−Saldrás adelante... − se dio ánimos él solo esbozando una sonrisa, las sonrisas son la mejor medicina o quizá un disfraz que él utilizaba siempre.

.
.
.
.
.
.
.

Al llegar a la escuela escuchó unos pasos detrás de él, para luego ser estrechado por detrás en un fuerte abrazo. Lo sabía y su corazón palpitaba con fuerza y de un momento a otro la tristeza se había esfumado, se giró encontrándose con aquellos ojos cafés que tanto le gustaban − Hola hermoso− saludó el chico atrayendolo más a él, haciendo que Taehyung tuviese un rubor en sus mejillas.

Do you want something more Mr. Jeon?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora