TAN GAY (¿Esto responde a tu pregunta?)

CAPÍTULO TRES

NARRADOR

—Stiles —dice Scott, le jala de la playera. Porque Stiles no deja de sonreírle al moreno y éste no puede quitar los ojos verdes de sólo pensar en que los del castaño se ven hermosos decorados por esas pestañas y la luz del sol atravesándolos.

—Sí ya voy. —Aunque sólo hubiera durado unos segundos.

—Hale, ¿vas a entrar a clases? —le pregunta el moreno McCall a su compañero de clases.

—Por supuesto.

Scott y Stiles llegan al cuarto rellano que da al último piso, caminan por el pasillo hasta el salón, lo hacen lento y platican.

—La maestra está obsesionada contigo. —Porque la profesora Rose Mary no deja de decir cosas bonitas de Derek cada vez que tiene la oportunidad.

—Sí, como ayer, que dijo que me diera una vuelta. Bueno, sé que mi trasero es bonito, pero, que no mame.

Al momento de decir eso Stiles -que va detrás de los dos chicos- observa las nalgas del moreno de ojos verdes, puede notar lo sexys que se ven con ese pantalón. Scott sólo hace poker face.

—Como sea, yo creo que tiene fantasías contigo. ¿No crees Stiles? —pregunta Scott dando a entender otra cosa, se gira para mirar a su amigo. Llegan al salón.

—Yo digo que sí, es decir, con esas piernas —dice Stiles dejando en claro que lo acaba de decir es sólo pulla, lo hace con la expresión de sus ojos y su tono de voz. En el fondo reconoce que las piernas de Derek le suben los grados Celsius en la sangre.

Entran al salón y se van a sus lugares, la cosa es que Derek se sienta a un lado de Scott, y en algunos días a lado de Stiles. Casi nunca, del otro lado del salón. Pero hoy, es uno de esos casi nunca. El de ojos verdes se dirige hasta la pared al otro extremo de Stiles.

—Sabes que algo está pasando ahí Stilinski —habla Scott mirando un poco más cerca a su amigo de lo normal.

—Que no.

—¿Acaso no viste como te observaba? Era como si le alumbrara la vida misma en la cara. Stiles siente unos enormes nervios en el estómago de sólo recordarlo.

—¿Cómo podría gustarle alguien como yo? —pregunta Stiles siendo sincero.

—Bueno, porque, sí te pusieras un vestido de noche pegadito tendrías el mejor cuerpo del salón, bueno, de una chica. —Sonríe al decirlo. Stiles pone los ojos en blanco—. ¡Pues no lo sé! Tal vez sean tus ojos, o tus piernas, o tal vez porque eres único, y no te has dado cuenta—. McCall ya no bromea en lo último. Stiles lo está pensando. —Yo puedo jurar que ese día que te tenía atrapado contra la pared, te iba a dar un beso. Porque, se estaba acercando demasiado a ti. Claro hasta que llegué yo, y Jackson.

Ese día, Scott estaba hablando con Whittemore acerca de cosas de la escuela y sin importancia después. Justo al entrar al salón, vieron a Stiles y Derek en esa, posición tan cercana.

—Pues, no lo sé Scott.

¿Te preguntarás como es que Stiles no se dio cuenta? Si estaba a menos de cinco centímetros de su cara. Pues era porque el chico estaba tan nervioso que tenía el rostro ladeado mirando al suelo.

La profesora Rose Mary entra, con ese gran cuerpo de tejidos adiposos, vistiendo con un pans militar, y una playera negra. Casi no usando, maquillaje.

—Hoy vamos a jugar a... —Porque sus clases son más como platicas que clases y a veces juegan—. Asaltos mentales.

—Otra vez —canta Stiles dejando recargar su cabeza en la pared atrás de él. Pues se sientan en el fondo del salón. Pasan cuarenta minutos, el juego de asaltos mentales, más bien se ha convertido en pasar al frente, que alguien te pregunte algo comprometedor, y quedes, humillado.