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En la mañana cuando bajó a desayunar con sus padres después de haber tomado una ducha, la pesadilla de la noche anterior no salía de su cabeza y cualquier toque o sonido le asustaba y no podía concentrarse, sus padres lo miraban extrañados, como pidiendo que les contara lo que le pasaba, pero este ni cuenta se dio de sus miradas.

-Tae, Taehyung, ¿Tae estás bien?-En ese momento su padre tocó su hombro y el peligris casi saltó de la silla por el susto.-¿Tae ahora qué te pasa?

-Nada, ¿por?-El menor tomó los cubiertos y comenzó a comer. Su padre lo miró atento.

-¿Estás seguro?

-Sólo tuve un sueño muy extraño, es todo.

-¿Un sueño?, ¿qué fue lo que soñaste?-Preguntó su madre tomando asiento al lado de su esposo.

-Realmente no importa.

-Taehyung-

-Mama-Interrumpió el menor.-estaba en la nueva casa frente a una habitación es todo ¿felices?

-¿Entonces por qué estas de esta forma?

-¿De qué forma?

-Pues así.

-¿Cómo así?

-Distraído.

-¿Distra-

-Taehyung.-Su padre lo miró irritado y el peligris se spresuró a terminar su comida.

Después de eso ya nadie dijo nada, siguieron su desayuno en silencio y el menor de vez en cuando miraba su celular. Al terminar, llevó su plato y vaso a la cocina, iba a lavarlos, pero su madre llegó y le dijo que ella lo haría porque se le hacia tarde y los de la mudanza estaban a punto de llegar a su casa.

Taehyung le agradeció y salió de la cocina, subió al cuarto por su mochila y guardó algunas de sus cosas que probablemente necesitaría.
Bajó nuevamente y se despidió de sus padres para luego encaminarse a la salida.

-Hijo, si necesitas ayuda, puedes llamar.

-Gracias padre, nos vemos.-Salió de la casa dejando a sus padres confundidos por su actitud tan seria.

Subió a su auto, se recargó en el asiento y cerró los ojos por un rato, en verdad tenía sueño.
Estaba a punto de dormirse pero de la nada se despertó, encendió su auto y se dirigió a su ahora casa. Tenía una sensación extraña, no sabría describirla, pero sabía a que se debía y se repetía una y otra vez que estaba siendo ridículo sólo por una pesadilla.

Estaba a seis casas de llegar a la suya, y en todo el trayecto, veía a más de uno esperando con curiosidad al nuevo dueño de la casa. Irritado, estacionó el auto en la cochera y bajó buscando las llaves de la casa en los bolsillos de sus pantalones.
Los vecinos hacian como si estubieran "haciendo algo", pero eran demasiado obvios, cualquiera se daría cuenta de lo tan malditamente chismosos que eran.

Entró a la casa y esperó al rededor de una hora más para que dieran las tres y el camión llegara con sus cosas.
Miró atento cada espacio de la gran sala parado en el centro de esta, dejó salir un suspiro y miró su reloj de muñeca, escuchó el grito de unos niños que jugaban afuera e inevitablemente recordó los gritos del chico en su sueño, pensó en si ir a la habitación por algunos segundos, hasta que al final decidió ir.
Subió las escaleras deslizando su mano derecha por el barandal llenándola de polvo, poco le importó y miró el pasillo, algo oscuro, por falta de iluminación claro está. Caminó hasta llegar a aquella habitación con candado, pero había algo que no había notado antes, bajo la puerta, un pequeño papel desgastado que decía, Ayudame, se encontraba.

「Apaga la luz」| TaeKook. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora