「Apaga la luz」| TaeKook.

01

Esa casa, que está en un lugar algo escondido, curiosamente ubicada en uno de los mejores sectores.
Dos pisos, un gran jardín enfrente, parecía una mansión, cuando la vio le encantó.

El jardín en la parte de en frontal estaba muy descuidado, casi no se alcanzaba a ver el camino de escalones que te llevaba a la entrada de la casa, se veía bonito a pesar de todas las plantas y basura que la cubrían.

Al entrar, quedó fascinado, se veía mucho más grande por dentro, suponía que era por la falta de muebles. Había demasiado polvo, ya limpiaría después.

Exploraba la casa tratando de encontrar algo interesante para matar el aburrimiento, el camión de mudanzas se había retrasado y no llegaría hasta el día de mañana, por lo que no tenía nada que hacer.
De la parte de atrás, había otro jardín, una piscina llena de plantas, basura y tal vez algunos cadáveres de insectos, había mucho que limpiar y arreglar en esta casa.

Se dirigió a la planta alta, esta tenía más de cuatro habitaciones, pero sólo una de ellas le llamó la atención, la puerta de ese cuarto tenía un candado oxidado un tanto grande. Lo ignoró.

Esta casa lleva dos años de antiguedad, nadie se había atrevido a venir y no sabía el porque, si la casa era hermosa, claro que limpia y adornada se vería mucho mejor.
No conocía absolutamente nada de ella, no tenía idea de quienes vivían ahí, si su antiguo dueño murió, o simplemente se cambió de hogar, pero notó que el que se la vendió, le miraba con asombro cuando le informó que quería la casa, le hiso dudar de si en serio le convenía comprarla.

Bueno, ahora que recordaba, los antiguos dueños tenían un hijo que falleció los diecisiete años, ¿será que murió ahí y por eso todos le miraban extraño?, ¿por comprar una casa donde hubo una muerte?, lo más probable es que haya muerto en un hospital o algo así, siendo sinceros, no le interesaba la historia de los antiguos dueños o de su hijo.

Se había sentado en el piso a observar la puerta con detenimiento sin razón alguna y estubo así como por cinco minutos, bufó y se levantó, sacudió su ropa y se acercó para intentar abrir la puerta, pero le fue imposible con ese candado oxidado puesto. Después llamaría a algún cerrajero. Decidió ver las demás habitaciones, se adentró a una que tenía la puerta entre abierta, la abrió por completo e hizo un chirrido espantoso, había una cama grande, sólo eso.

Salió de ahí y entró a una habitación más pequeña que la anterior y al igual que el otro cuarto sólo tenía una cama pero era individual. Estaba a punto de salir hasta que vio, ¿cabello?, caminó a la cama y se agachó, tomó el mechón que sobresalía de abajo y cuando lo sacó, era una muñeca de cabello castaño con un vestido rojo un poco corto y un cinturón negro en la cintura, también tenía tacones, bueno, sólo uno y del mismo color del cinturón, estaba sucia y su vestido algo roto, asumió que la habitación pudo pertenecer a una niña, y tampoco le interesó si una niña vivió ahí, así que dejó a la muñeca en donde la encontró para luego salir de la habitación.

El día transcurrió en limpieza y nada más que eso, bastante aburrido. Y cuando llegaron las 20:30 pm, decidió que ya era tiempo de ir a la casa de sus padres a dormir, mañana tendría que regresar a las 15:00 pm porque a esa hora llegaría el camión de mudanzas con sus cosas.

Tomó su mochila colgandola en uno de sus hombros una vez que ya había guardado todo en ella. Se dirigió a la puerta y sujetó la perilla, en ese momento sintió una brisa helada que hizo a su piel herizarse, volteó hacía atrás por si había dejado alguna ventana abierta, pero todas estaban cerradas, simplemente lo dejaría pasar, no importaba, suspiró del cansancio y salió de la casa.

Cerró la puerta tras de si y pudo sentir como alguien tocaba su mano suavemente, soltó la perilla como si esta ardiera e hizo como si nada, se alejó unos cuantos pasos, sentía la mirada de alguien detrás suyo, miró hacía atrás y vio por una de las ventanas una sombra, su corazón se aceleró del susto, talló sus ojos y cuando los abrió ya no estaba. Solamente se fue de ahí, el cansancio le estaba jugando una mala pasada, y ahora se estaba sugestionando, no le dio más vueltas al asunto y sujetó con fuerza las correas de su mochila, caminó con paso tranquilo a su auto y subió a el una vez que el seguro fue retirado.

Llegó a casa de sus padres aproximadamente media hora después. Fue recibido por su madre, hablaron un rato y después se fue a su ahora ex-habitación.
Dejó con cansancio su mochila en la cama y se sentó en el borde de esta, se quedó viendo a la nada unos minutos y reaccionó al escuchar la puerta del cuarto de sus padres cerrarse. Parpadeó un par de veces y se posó frente a una de sus maletas, abrió esta con lentitud y sacó de uno de los compartimientos su ropa interior, después tomó una camisa y unos pantalones para dormir y cerró la maleta.

Eran las 6:25 am cuando despertó por una pesadilla, tenía la respiración agitada y estaba sudando.
De tan sólo recordarla le daba escalofríos, fue un sueño muy raro, hace mucho no tenía uno así, estaba en la casa nueva frente a la puerta del candado, había sangre saliendo debajo de esta manchando sus pies descalzos mientras alguien gritaba pidiendo ayuda del otro lado de la puerta al mismo tiempo que la golpeaba sin parar tratando de salir, él no se movía, tenía los ojos entrecerrados por el sueño y su cuerpo débil, pero aún así su corazón latía rápido, derrepente  los gritos se detienen, los golpes y la sangre igual, siente como le tocan el hombro y voltea con miedo, un chico frente a él más bajo por uno o dos centimetros, tenía el cabello castaño, piel pálida y ojos...él no tenía ojos, sólo sangre escurriendo por donde se supone que deberían estar. Comenzó a acercarse y él a retroceder, cuando se topó con la pared, él empezó a gritar muy fuerte y despertó, la sensación de aquel grito fue tan real, sentía como si le hubieran gritado en el oído, su garganta ardía y no tenía idea del porque.
Fue extraño, no había tenido pesadillas en años.

Después ya no pudo dormir en lo que restaba de la "noche", lo cual ya no importaba al ya haber amanecido de todos modos.

Sentía algo a su lado, le incomodaba mucho y no le permitía moverse o dormir.

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Ժೃ༄• 카 리 메 ❜