- Solo un capricho

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—Sólo era un capricho.

Sentía gritos por todas partes, oh, lo sabía, sonreí, volví caminar hacía adelante. Mi mejor amiga, Lucy me miraba sonriente, claro, ella no tenía idea de nada, pero estábamos las dos aquí, y conoceríamos a nuestro ídolo. Claro ya lo había hecho, y fue el mejor momento de mí vida, pero no, ese llegaría después y estaba segura, miré de nuevo a Lucy.

— Tenemos que ir con las demás —me dijo, asentí, pero entonces al dar la vuelta en el hotel, vi una puerta, era más que pequeña de lo normal, y estaba entreabierta, observé como personas del servicio entraban ahí, mmm... miré más allá, estaban todas las Beliebers gritando, después del concierto me había ido del estadio junto con Lucy, y decidimos venir al hotel, estaba lleno como debía de estar, la llamé.

— Lucy, tengo que irme... —me mordí el labio poniendo postura de triste.

—¡¿Qué?! ¿por qué?.

—Mi mamá acaba de mandarme un mensaje y me dijo que si no volvía a casa, estaría castigada y ya sabes que no quiero eso —hice una mueca, joder, era buena mintiendo

— entonces —bajé la cabeza. —Oh, mierda, lo siento ____*. —No te preocupes —la miré y le sonreí ''tristemente'', la abracé y comencé a caminar hacía atrás, devolviéndome.

Cuando ella dejó de mirarme, bajé un poco mi cuerpo y comencé a caminar hacía la misteriosa puerta, miré para todos lados, sonreí, nadie cerca. Bueno, era la puerta del servicio, sólo ellos podían entrar, cuando vi un policía cerca, entre mucho más rápido de lo normal. Miré era un pasillo, un pasillo solitario, comencé a caminar, y caminar, parecía una entrada secreta...¿qué?, oí voces.

—Si, ahora lo dejé en su dormitorio, está un poco cansado, de seguro querrá dormir —todo eso en inglés.

Fruncí el seño... ¡esperen! ¿cansado?, joder, ¿inglés?, estaban hablando de ¡Justin!, pues no creo que otro famoso que habla en inglés haya venido, sonreí, miré más y vi que eran Scooter y Kenny, mis ojos se abrieron como platos, ¡oh Dios mío!, eran Scooter y Kenny, bueno Kenny ya lo vi, pero ¡Scooter!, él es quien descubrió mi mundo, oh joder. Sentí como salían de ahí, comencé a caminar y cuidadosamente, salí por la puerta, y ¡oh ****! logré entrar al hotel, arreglé mi cabello, acomodé mi ropa, que bueno que me había cambiado, así y no verían mi vestimenta de Belieber, eso me delataría, solté mi cabello que estaba amarrado en una cola, lo desordené un poco, me eché brillo en los labios, saqué un espejo de mi bolso y me ví, bien, estaba bien.

Miré hacía Scooter, él estaba hablando con la recepcionista. Entonces comencé a seguirlo, él esperó el ascensor, si yo también entro, no se dará cuenta ¿o sí?, joder, tenía que pasar como si fuera huéspede. Me puse a su lado, traté de calmar mis nervios al tenerlo ahí. Él no me miró de hecho estaba muy entretenido en su celular, el ascensor sonó y entramos, yo me puse un poco más atrás. Para disimular agarré mi celular y llamé mí mamá de seguro estaba preocupada.

—Hola má —vi como él me miró con el seño fruncido. No entendía nada, entonces sonreí.

—Hola cariño, ¿ya vienes para acá?

—Nop, de eso quería decirte, me quedaré en la casa de Lucy —Dios, como sabía mentir.

—Ah, bueno, cuando llegues a su casa me llamas ¿vale?

—Si mamá, te amo, adiós —le corté.

El ascensor nunca se detenía y estábamos en el piso veintidós, pasó un rato, veintiocho ¿era en serio?, siguió, entonces este paró en el piso treinta. Él se bajó, pero yo seguí, tenía que desimular, además, ¡claro!, el pasillo sólo tenía un dormitorio, y era la suit más grande, sonreí, había visto los planos del hotel meses atrás. Me bajé en el treinta y uno, después volví a tomar el ascensor y bajé al treinta, nadie, absolutamente nadie ahí, de pronto sentí la única puerta abrirse, entonces corrí y me escondí en una esquina que estaba una pared donde se podía observar, era una pared que sobresalía, claro, la pared era la que indicaba las escaleras, vi como Scooter salió de ahí y se dirigió hacía el ascensor, sonreí, de seguro estaba sólo, joder, tenía los pelos de punta, caminé y me paré al frente de la puerta, suspiré, está se abría con una tarjeta, ¡joder! soy estúpida ¿cómo le haría?, esperé, esperé a que algo pasará, diez minutos, nada, no se sentía nada, podría tocar la puerta, pero él, claro, no me abriría, sabría que soy una chica que lo busca. Piensa, piensa, entonces, de pronto una sirvienta, de como no lo sé, debería tener como sus ¿diecinueve años? era muy joven, y rubia, rubia para falsa. Mmm...sonreí. Me dirigí hacía ella.

—Hola me podrías pasar una tarjeta de mi habitación, ya que la mía accidentalmente se quedó en el dormitorio —le dije todo en inglés, ella me miró como diciendo '¿qué **** estás diciendo?' sonreí.

—oh lo siento, no hablas inglés —volví hablar en inglés, ella me miró, exasperada. Moví un poco mis labios, para una actuación de lujo

—Tarjeta —hice una figura deforme con mi mano pronunciado la palabra aún en inglés

—Para abrir mi puerta —le volví a decir, ella aún así sonreía sin entender nada, entonces haciendo un esfuerzo de aparentar ser gringa, le hablé

—Una tarjeta —pronuncié casi sin ser entendible. Ella me miró y asintió, puso una cara de '¿por qué?'

—La mía —me apunté hacía mí —se quedó adentro —volví con mi voz de mal pronunciar palabras en español, entonces apunté hacía la habitación.

—Ohhh —dijo ella, entonces caminó hacía el dormitorio y pasó la tarjeta abriéndolo. La puerta se entreabrió, sonreí contenta.

—Thanks —le dije, ella asintió, entonces rápidamente entre al dormitorio. Esto era un sueño, por fin, aquí, en el dormitorio de Justin, mí ídolo y está noche, todo sucedería, de eso estaba segura, él me haría la amor como nadie (si lo sé, nunca nadie me lo ha hecho, pero es un decir) y entonces, ese maldito capricho, estaría cumplido, joder, sólo era un capricho, un maldito capricho.

— ¿Quién anda ahí? —habló ¡MIERDA HABLÓ! sonreí abiertamente nerviosa, caminé hacía donde la voz se escuchó, una puerta, de seguro el dormitorio, lentamente comencé a caminar hacía allí, y entonces una cama se vio, levanté la viste y me encontré con unos ojos mieles mirándome estúpefacto, un cuerpo mojado, al igual que su cabello, y con tan sólo una toalla en la cintura. Sonreí coquetamente.

Era sólo un capricho, un capricho, que está noche cumpliría.

Era sólo un capricho. [Hot]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora