✖ - Capítulo 3 - ✖

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La casa parece estar ganando la batalla, por ahora. Un buzón de edad se inclina cerca de los escalones del porche, a pocos grados tímido de caerse. Junto a él, un estrecho sendero atraviesa la hierba alta hacia la parte posterior de la casa.

Esto podría no ser tan malo, de verdad. El tío John puede ser un poco extraño, pero él nunca se había aburrido. Solía amar a pasar el verano ahí.

Tiré la maleta pesada en la parte inferior de los escalones del porche y flexioné los dedos para obtener el flujo de sangre de nuevo.Estaba bastante segura de que mi madre empujó un par de bolas de boliche en la maleta, sólo para castigarme aún más.

Llegué un poco antes de lo esperado. Pude explorar todo afuera de un pequeño vistazo antes de ir, si iba a ir de todos modos, podía también llevar el correo conmigo.

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Era difícil decir si el buzón estaba oxidado o si era de color marrón-rojo. Una mano descuidada había pintado un número 1 en el lado de la pintura blanca

La pequeña puerta parecía estar atascada. Obtuve un mejor agarre, planté mis pies, y volví a intentarlo. El metal oxidado se sentía áspero bajo mis dedos. Justo cuando parecía que se podía romper, el buzón se abrió. Una hoja estrecha de papel era todo lo que había dentro. En él, un mensaje escrito decía: "La gaviota sabia sabe cuándo dejar su nido.-L".

Puse los ojos en blanco. "L" sería amiga de mi tío, Lavinia, probablemente la única persona en la ciudad que era más extraña que él. No la había visto desde que era pequeña, pero aún así hablaba de ella todo el tiempo.

Recordando lo molesto que se puso la última vez que leí una de sus notas, puse el trozo de papel en el buzón de correo y cerré la puerta lo mejor que pude.

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