La Descendencia De Acantha

5

Me meti a a bañar para salir a conocer el lugar.

— ¿Que demonios haces aqui? —Me abrace a mi misma con fuerza para evitar que la toalla se desprendiera de mi.

—¡Hey! ¡Vístete! —Aventó ropa sobre mi —saldremos —sonrió y miró por la ventana.

—Ajá...—lo mire molesta —¡vete!, ¿Tú crees que saldré contigo? No, estás mal.

Sonrió

—Dame una oportunidad, el lugar es muy lindo—Comenzo acercarse a mi.

—Necesito cambiarme, vete—Me rendí.

>>Realmente me sonrojaba el hecho que estuviera ahí<<

—Pareces un tomate —Solto risas—¿Qué pasa?

—Nada, necesito que te vayas— Desvié la vista de él.

—Es ¿por qué te observo? —Alzo una ceja.

—no, no, —Tartamudee.

>>¡Habla bien mensa!<<

—Bueno si, pues no estoy acostumbrada a que extraños entren a invitarme a salir y me esperen sobre mi cama.

—Linda—me escaneo— No soy como los otros, ya te lo había dicho —Hizo una pausa—además, no tienes nada especial que no haya visto ya...—Sonrió—anda vístete ya.

Respire profundo —Como sea, no me cambiaré frente a ti, así que compermiso.

Camine hasta el baño.

—Como quieras— Se hecho a la cama— eres tan rara.

>>Grosero<<

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—Ya quiita esa cara de espantada, que no has visto nada aún —Me dio un palmada en la espalda.

— ammm... ¿A dónde iremos? —Lo mire mal por la palmada que me dio.

—Conoceras el pueblo —Cerro su chaqueta.

—Así que un tour, ¿Acaso eres un guía de turistas? —Aproveche y le devolví la palmada.

—No te creas importante —Se alejo por la palmada —Lo que pasa es que no todos son como yo y es importante que nos distingas.

—¡Obvio! Todos somos distintos —solte una risa.

—¡Tonta! No entiendes, sabes que te explicare con bolitas y palitos —señaló una banca—ven.

Me sente— y ¿bien? —lo observé

—¿Crees en lo fantástico?, ¿Sobre Natural?, ¿Ficción?, ¿Terror? —Hablo sin observarme

—Si , algo, lo normal— Lo observe con atención.

—Bien con eso basta —hizo una pausa— ¿qué piensas de mí?

—Que eres un psicópata y me conviene ser amable contigo, así que si me dices que mate a alguien no lo hare —Le avisé.

—¿Enserio?, ¿Por qué mate a tu perro? ¿Es tu única idea? —Me encaro molesto.

Alce una ceja—¿Acaso eres un hada o centauro?

—Eres muy estúpida, ¿Cierto?—

>>No soy un maldito psíquico<<

—¿Cómo mierda supongas que adivine? No soy una psiquica—Le conteste molesta.

—Soy ...Una bestia —Bajo su cabeza

Solte una carcajada sonora—Cálmate, ¿No te parece que esto ya fue muy lejos?, ¿Qué ahora me dirás que eres un  vampiro? —Continue riendo.