Los hijos del cielo

Darla.

¿Cómo es posible que hayan podido secuestrar a Lara? Eso es completamente imposible, yo mismo la entrene por años, es mi mejor trabajo nadie se le puede igualar. Lucas se veía molesto, pero más que eso se veía confundido y la verdad lo entendía a la perfección, Se muy bien que mi hija es fuerte y nadie podría con ella.

Lucas giro y al ver su rostro pude contemplar la ira y el odio que sentía en ese momento. Mientras apretaba sus puños me vio a los ojos y reteniendo sus emociones exclamo: Me imagino que has pasado un día difícil, ve a descansar, luego deberás hablar muy seriamente con tus nietos.

Aun angustiada pregunte: ¿Pero qué hay de Lara, no haremos nada para encontrarla?

Lucas me vio con una expresión en su rostro más calmada, luego suspiro y en respuesta dijo: Si a Lara le hubiese pasado algo malo, lo sabría de inmediato y tú sabes a lo que me refiero, ve a descansar Darla, lo necesitas yo me encargare de lo demás, te lo juro. Al terminar de decir eso, se acercó a mí y coloco su mano derecha en mi cintura y me dio un beso en la frente, muchas emociones y recuerdos volvieron a mí con ese simple beso.

Finalmente me despedí y al subir las escaleras y caminar por el pasillo, vi en dirección a donde estaba la habitación donde descansaban Kyle y Damián, se habían quedado dormidos juntos en la misma cama, era muy tierno ver como Damián cuidaba a su hermano menor, al entrar en la habitación termine de arroparlos y cerré la puerta al salir, siendo honesta me sentía muy cansada y según parecía se vendría un día muy problemático, pues deberé contarle la verdad a Kyle y Damián, no sabía cómo reaccionarían, la verdad me preocupa el hecho de tener que contarles esto yo y no su madre, pero debido a los recientes acontecimientos es primordial que ellos sepan la verdad y sobre todo Kyle, pues según parece el que en verdad está en peligro no es nadie más que él.