💀CINCUENTA Y DOS💀

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Toda mi mañana hubiera sido perfecta de no ser por aquel estruendoso sonido de sartenes siendo golpeados entre los mismos y Yoongi gritando horriblemente.

—DESPIERTEN QUE ES MI CUMPLEAÑOS, MALDITAS SABANDIJAS.

—¡MIN YOONGI! —Seokjin azotó la puerta, también con sus espantosos gritos diciéndome hola. —DEJA DE GOLPEAR MIS SARTENES.

Me senté en la cama medio viva medio muerta y quité el rastro de saliva de mi mentón sólo para gritar en español. —YA ME TIENEN HASTA LA VERGA, PARECEN MONGOLITOS BAILANDO SCOOBY DO PAPA EN LAS CALLES DEL BARRIO MAS BAJO DE MÉXICO, CÁLLENSE.

—Sabes que no hablamos tu idioma. —Yoongi me miro con su jeta Disgut D. —Min Genius fuera, perras. —azotó la puerta en la cara de Seokjin.

—Estos niños infantiles. —abrió la puerta listo para irse, cuando me volteó a ver con una sonrisa. —Rina, di marihuana.

Chicarrón.

—¡El que te pega en la rodilla! —y se fue riéndose como loco drogadicto.

Necesito el nombre de la clínica para drogados sin remedio.

Dejaré a Seokjin diciéndole que hay bufett gratis y cuando se la crea, nunca volveré por él.

Gran plan.

Miré a mi al rededor, ubicando primeramente mi mentalidad y alma porque sigo media ida de todo este pedo.

—Noona. —Jungkook chasquea sus dedos frente a mi cara. —Te llevo hablando cinco minutos sobre la fiesta de Yoongi hyung pero no despegas la mirada de ese zapato.

—Jimin con salsa. Digo, ¿qué?

—Lo de Yoongi hyung.

—Ah, fantasmín. —le resto importancia. —Él dijo que nos quería con capas de esas que usan en las sectas a las cuatro de la tarde porque de ahí vamos a partir al bosque para recolectar esqueletos de animales muertos y de ahí a casas de gente normal para robar bebés y conseguir velas. De ahí nos regresamos al bosque para hacer el ritual con Satanás y pedir éxito siempre. ¿Quedó claro?

Pero Juanito ya no estaba.

Qué puto me salió la rata del oeste.

—¿Es en serio que haremos eso? —Taehyung se lanzó a mi cama abrazándose a mi almohada de Paquita La Del Barrio.

—Eso dijo él. —respondí encogiéndome de hombros.

—Hyung es raro.

—Es un pendejo.

Después de lanzar amorosamente a Tae de mi cama de una patada loca, fui directo a bañarme porque era la una de la tarde.

Qué decirles, me quedé hasta tarde viendo Mariposa De Barrio.

—¡APÚRATE, RINA! —gritó la Jimena, golpeando la puerta.

—¡YA ME ESTOY PONIENDO LOS CALZONES! —también empiezo a gritar.

—No quería oír eso. —murmura.

Me apresuro a ponerme la ropa y salgo con el cabello mojado.

—Se me está cayendo el tinte, volveré al castaño. —digo mirándome al espejo.

—Tengo un shampoo- —interrumpo a Jimin.

—Tranquilo, dije que el tinte no el cabello. —le sonrío. —No debes gastar tu shampoo anti-caída conmigo.

—Ni dibis guistir ti shimpii inti-ciidis cinmigui. Chistosita. —rueda sus inexistentes ojos para después meterse al baño.

—¡No te masturbes, eh! —le grito y sólo escucho su grito de tortuga frustrada.

笑 ; UNA CHICA EN BTSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora