Verán, tengo un hijo de diez años con el cual vivimos en una pequeña casa. Sólo somos nosotros dos. Sí, a veces pasa tiempo en la casa de su madre y otras veces conmigo.
Aquella noche me desperté, extrañamente, a las tres y media de la mañana.
El ruido que hacía mi hijo era tan insólito que no podía entender cómo es que hacía ese sonido. Era una especie de lamento, unos gritos de queja. Pero eran más graves de lo habitual. Juro que nunca sentí tanto miedo como aquel entonces.
Después de despabilarme un poco, recordé que esa noche en realidad mi hijo había ido a dormir a la casa de su madre.
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3 Testimonios de Terror #3
HorrorAquí se presentan tres anécdotas espantosas de personas de distintas edades. Te aseguro, desde ya, que estos testimonios te harán perder el sueño... Estás advertido/a, así que no me eches la culpa después...
