Guerra de Nieve

999 129 34
                                    

Au: Omegaverse
.
.

Dongmin se apoyó contra la madera húmeda, respirando aceleradamente. Intentó esconderse lo más que pufo, pero falló. Escuchó pasos contra la nieve y una rama rompiéndose, y se dio cuenta que lo había encontrado.

DEMONIOS. ¿Qué hago ahora?

Divisó una figura entre los árboles, un poco más allá.

Estaba perdido, tenía que hacer algo.

Aún apoyado en el árbol, descendió disimuladamente y cogió un poco de nieve. Mientras intentaba darle forma de una bola, tomó una profunda respiración y se preparó para correr. Ahora necesito ir a ese gimnasio al que va MJ.

-Uno, dos, tres...-musitó para sí mismo, entrecerrando los ojos-. Ahora.

Corrió lo más rápido que pudo, saltando las gruesas ramas que estaban en el piso y sintiendo el frío aire de invierno impactar contra su cara. Divisó la figura que antes había estado tras los árboles, y disparó la bola de nieve.

- ¡Diablos! -gritó la figura, cayendo exageradamente al suelo-. Eso ha sido trampa. No estaba preparado.

El azabache se rió cuando se detuvo, limpiándose las manos sucias de nieve.

-No es mi problema, Bin-dijo, mostrándole la legua en un gesto infantil-. Me hicieron correr aún cuando les dije que no.

-Es que tú nunca corres, papá-murmuró el pequeño Jeongin de cinco años, apareciendo por detrás de Bin con el ceño fruncido-. Y sí, ha sido trampa. Me caí por querer tirarte una bola de nieve. Exijo una revancha.

Dongmin abrió la boca, con indignación. Se cruzó de brazos. No podía creerlo. ¿Su hijo y su alfa, en su contra? No era su culpa que Jeongin se hubiera caído. Había corrido la mitad del bosque, intentando esquivar todas las bolas de nieve que disparaban en su contra. Eran dos contra uno. Eso no era justo.

-No, no habrá una revancha. Volveremos a la casa, comeremos, le darás a Jeongin sus clases de piano y seremos felices.-indicó Dongmin, haciéndoles una seña. Vio que Bin y su hijo comenzaron a hacer muecas, pero los detuvo a tiempo-. Ah, no, no me vengan con esas muecas. Se hará lo que yo diga. Porque soy el mayor aquí y tengo la razón. Vamos.

Se dio la vuelta y comenzó a caminar hacia la casa, esquinando una pequeña sonrisa de triunfo. Oh, sí. Amaba cuando las cosas salían a su favor. Y claro, cuando era invierno, todo le salía bien.

O eso creyó hasta que una bola de nieve cayó en su espalda al tiempo que escuchaba la risa de su esposo y su pequeño hijo.

Se giró y sonrió de manera escalofriante.

-Bueno...quieren guerra, tendrán guerra.

.
.
.
Ahhhh no pude resistir espero les guste este drabbles apoyen amucho a Stray Kids😀 y espero que hayan disfrutado este Drabble.

Binwoo's  BibleDonde viven las historias. Descúbrelo ahora