I'm not gay ; Jyatt

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Narrado

El rizado se quedo unos segundos mirando aquel mensaje que le había enviado la persona que le gustaba.

"Mira a tu ventana"

Wyatt bajo su celular y volvió a ver a la única ventana que había en su cuarto.

Y como se lo esperaba, ahí estaba el. Ahí estaba Jaeden con una sonrisa de oreja a oreja mirando a Wyatt.

Wyatt con sus pasos nerviosos se acercó a la ventana y abrió está dejando que una brisa fría pegara contra su cara.

-Hola Maruchan-dijo Jaeden sonriendo de lado mientras intentaba entrar al cuarto de Wyatt.

-Hola JaeJae-dijo Wyatt sonrojado sin embargo, Jaeden no podía notar si estaba sonrojado ya que Wyatt estaba de espaldas mientras trataba de cerrar la ventana.

-¿Ocupas ayuda?-pregunto Jaeden acercándose a Wyatt poniendo sus manos en la cintura del rizado haciendo que este se sobresaltara.

-N-No, estoy bien-dijo Wyatt dándose vuelta quedando frente a frente con Jaeden, grave error.

Wyatt pudo apreciar más las facciones de aquella persona que lo volvía loco. Comenzó con sus cejas, la forma en que estas estaban desordenas pero por alguna razón siempre se veían perfectas. Sus ojos, sus hermosos ojos color verde que volvían loco al rizado. Los ojos de jaeden atrapaban a cualquiera. Se dice que los ojos son la puerta del alma, pero solo algunas personas tienen la llave a esa puerta y wyatt tenía esa llave. ¿Por que lo sabía? Porque cuando jaeden miraba a wyatt sus pupilas se dilataban. Wyatt con solo el hecho de verle a los ojos podía saber cómo se sentía. Sus labios, sus labios delgados y lo tentadores que se veían cuando el ojiverde los separaba un poco dejando un diminuto espacio entre sus labios.

-¿Que tanto me miras?-pregunto Jaeden acercando más a wyatt a su cuerpo.

-Lo perfecto que eres-dijo Wyatt bajando su cabeza para que jaeden no notará lo sonrojado que estaba.

Jaeden agarro el mentón de wyatt con mucha delicadeza y lo subió hasta que sus miradas estuvieran conectadas.

-En serio me vuelves loco-dijo Jaeden susurrando haciendo que todos los sentidos de Wyatt se despertaran.

El rizado no pudo contenerse más y beso a Jaeden. El ojiverde nunca soltó la cintura del rizado. Wyatt movía sus manos en el pelo de Jaeden, jamás se habían sentido tan bien en un beso como ahora ambos lo están sintiendo. Se sentían como en un mundo donde solo ello eran parte de. Estaban en un momento tan mágico que ninguno se había dado cuenta que la vecina de Wyatt estaba llamándolos.

-¡Wyatt!-gritó la chica haciendo que estos se separaran.

Wyatt giro su cabeza hacia la ventana notando que en la otra casa se encontraba una chica familiar para el.

Wyatt se acercó la ventana y la abrió una segunda vez en ese mismo día.

-¿Sadie?-pregunto Wyatt sacando un poco su cuerpo de la habitación.

-Baja las persianas-dijo Sadie riendo.

-¿Desde cuando eres mi vecina?-pregunto Wyatt.

-Desde siempre, solo que nunca abres la ventana-dijo la pelirroja.

-Creo que encontré una razón para abrirla todos los días-dijo Wyatt sonriéndole a Jaeden.

-Me alegra oír eso-dijo Sadie.

-Tu también cierra las persianas-dijo Wyatt señalando a Millie quien se encontraba en la habitación de Sadie ganándose una mirada asesina por parte de la pelirroja.

Wyatt cerró la ventana y por último las persianas. Volvió a ver a Jaeden quien se encontraba de cruzado de brazos en la cama de Wyatt.

-¿Estas celoso?-pregunto Wyatt sonriéndole a Jaeden mientras se sentaba a la par.

-No-dijo Jaeden sin volver a ver a Wyatt.

-Ven acá-dijo Wyatt acercándose a él para luego besarlo.

Y así fue como una amistad y un amor surgieron en la vida de Wyatt.