Para Que Nadie Se Entere.

Capitulo Tres.

– Toma tu tiempo, respira e intenta estar tranquila... Vas a estar bien. – Espetó una de las enfermeras que se había encargado de Martín y de mi en cuanto habíamos ingresado al hospital.

La última hora había sucedido más rápido de lo que imaginé, pasé de estar arrodillada en medio de la calle junto a un chico golpeado y sangrando a estar en un cuarto de urgencias de hospital. Me encontraba sentada en la gran camilla en medio de la habitación y durante la última hora me había acurrucado en el abrigo de una de las enfermeras amigas de mi padre. A pesar del trauma que acababa de vivir, y de lo nerviosa que seguía debido a ello, no lograba entender por qué tanto mi padre, como sus colegas habían optado por registrarme en la sala de urgencias y mantenerme bajo observación al menos por una hora.

– Gracias... – Murmuré justo antes de dejar escapar un leve suspiro, sin ser capaz de retomar el habla, opté por guardar silencio mientras mantenía la mirada fija en el piso y me preguntaba a mi misma sólo una cosa, "¿El chico vivirá?".

Después de algunos minutos sentí un par de pasos entrar en la sala, levanté la mirada y observé cómo la enfermera que se había quedado conmigo por un momento, salía de la habitación mientras mi padre ingresaba con el ceño algo fruncido. Como imaginé, llevaba su uniforme de urgencias, y encima su delantal blanco con su nombre bordado en la parte derecha de su pecho.

– ¡Papá! – Dije casi inmediatamente mientras me colocaba de pie de un salto para abrazarle, sus brazos rodearon mi cuerpo aferrándome a él como si hubiese estado a punto de perderme. Casi fui capaz de sentir su miedo en aquel abrazo. – Estoy bien, estoy bien. – Comenté apartándome de él lentamente mientras algunas lágrimas se encargaban de nublar mi visión.

– ¿Qué fue lo que pasó? – Preguntó colocando sus manos en mis brazos, sin quitar su mirada de la mía, esperando impaciente por mi respuesta.

– Papá, el chico, Martín, ¿Está bien? – Pregunté con algo de amargura, sabía perfectamente que el sólo hecho de haber estado en medio de una golpiza no iba a hacerle gracia alguna a mi padre. Desde que mi madre murió, el se había encargado de protegernos a mi hermana y a mi como si fuéramos su más preciado tesoro, y por lo mismo, siempre nos había aconsejado apartarnos de todo peligro.

– Nath, responde lo que acabo de preguntar. – Respondió casi de inmediato, con un gesto algo duro.

– ¿Que qué pasó? – Repetí nerviosa y algo impaciente. – Papá el chico fue atacado y yo fui a ayudarle, sólo eso. Por favor, dime como está. – Rogué perdiendo mi paciencia a punto de llorar, durante la última hora es todo lo que había hecho.

– ¿Ayudarle?, me dijeron que te metiste en medio, que prácticamente espantaste a los agresores. Nath, ¿No te he dicho lo peligroso que este tipo de cosas pueden ser?, ¿Es siquiera tu amigo? – Mi padre estaba furioso, lo podía notar en su mirada, en su postura, en cada parte de él.

– Sí, es mi amigo. Y sí, lo sé, pero no podía dejarlo ahí. Papá déjame verlo. – Mentí casi tan rápido como si las palabras hubiesen estado esperando hace mucho tiempo por salir de mi boca.

Mi padre se limitó a suspirar, pero noté como su mirada se volvía un poco más suave hasta que finalmente pasó su mano por su oscuro cabello, seguramente pensando por la respuesta perfecta para no dejarme ver a Martín, pero, sabía que podía hacerlo, según me había dicho la enfermera, era él quien se había encargado de Martín desde su ingreso al hospital, razón por la cual no había podido verme y asegurarse por sí mismo de que yo me encontrara bien.

– Está bien, puedes verlo. – respondió finalmente mientras me ofrecía su brazo para guiarme fuera de la habitación. – Pero, debo advertirte, esto tiene que ser breve, no eres familiar directo y no deberías entrar a verlo.

– Entiendo, sí. – Contesté mientras caminábamos por uno de los tantos pasillos del hospital, en dirección a lo que esperaba fuera la habitación en que Martín se encontraba.

Hola a todos, quería contarles que este capitulo es un poquito más corto porque quería contar más o menos qué fue lo que pasó con Nath en cuanto se hizo el ingreso al hospital,  ya en el siguiente capitulo sabrán que pasó con Martín... Así que atentos. 

- Yani.