Felix pasó sus delgados dedos sobre la mejilla de Changbin y unas cuantas lágrimas desprendieron de sus ojos.
—Te amo, te amo demasiado. Lo sabes ¿No? — Changbin acunó el rostro de Felix entre sus manos y asintió ante sus palabras.
—Lo sé, amor —respondió con una pequeña sonrisa. Changbin no podía permitirse lagrimear, él tenía que ser fuerte por los dos.
Ambos se amaban con locura pero su relación estaba prohibida, era un pecado ante los ojos de los demás.
Qué importaban sus sentimientos, qué importaba si en el proceso de hacer feliz a aquellas personas ellos se rompían, qué importaba acabar con dos personas inocentes.
—Todo está bien, cariño. Por favor, deja de llorar —Changbin no podía verlo así, no podía aguantar un minuto más viendo como las lágrimas de lo que era el amor de su vida se iban intensificando.
—¿Por qué, Binnie? ¿P-por qué si lo único que hemos hecho es amarnos? ¿Dañamos a alguien? ¡Dime, Binnie! ¡Dime! ¡Dime! —Felix golpeó el pecho de su novio con dolor por lo que vendría después, por el odio que sentía hacía esas personas que decían amarlo.
—No somos tan fuertes, somos fáciles de destruir y no quiero que salgas aún más dañado, nunca podríamos habernos enfrentado a ellos —Changbin detuvo los golpeteos de su frágil novio y lo obligó a mirarlo a los ojos —. Somos presos del miedo y del qué dirán.
—Pero te amo, Changbin, te amo y quiero ser feliz junto a ti. Quiero verte al despertar y que seas lo último al cerrar los ojos, quiero tenerte conmigo por siempre, ¿Por qué no puede ser así? —Felix tomó las manos de su novio y las llevó a sus labios dejando ahí un suave beso.
Changbin odiaba ser débil y no poder gritar lo mucho que amaba a su novio, odiaba la mente cerrada de las personas.
—Vamos, cariño. Es hora, te vendrán a buscar pronto —Changbin levantó a Felix de la cama y enrolló sus piernas en su cintura.
—Por favor no, no lo hagas —los ojos tristes de Felix le rompían el corazón a Changbin —. Podemos continuar, podemos ser felices como lo hemos hecho, Binnie no hagas lo que ellos piden.
—Estoy seguro que encontrarás a alguien, mi amor. Serás feliz y pronto todo esto dejará de doler, continuarás, te casarás y podrás ser una persona normal. ¿No es eso lo que quieres? —preguntó el mayor con la mirada baja, sentía sus manos temblar y el nudo en la garganta hacerse presente.
—Qué sentido tienen mis sueños si te estoy perdiendo a ti —respondió en voz baja, Felix abrazó a su novio con fuerza sabiendo que la hora llegaría, faltaba pronto para ser separados y nunca volver a verse.
—Recuérdame siempre, recuérdame en aquella estrella que brilla más que las otras, recuérdame en aquella canción, en nuestra canción. No me iré, siempre estaré contigo, acompañandote en cada decisión y paso de tu vida. Te amo con mi alma, ¿Lo sabes? Te mereces todo lo bueno en este mundo y lamentablemente no soy yo. No nacimos para estar juntos y el destino no se puede cambiar —Changbin odiaba tener que despedirse y no poder quedarse con su pequeño novio durante un tiempo más.
—Te amo, no me dejes, no lo hagas, te lo ruego, Binnie —Felix observó a su novio el cuál sollozaba aún peor que él, estaban destrozandose, rompiéndose en mil pedazos y sin posibilidad de volver a reconstruirse.
El sonido de varios autos los alarmaron y automáticamente se unieron en un abrazo sin querer separarse. Changbin tomó de las mejillas a Felix y observó sus labios para darse el último beso, el último beso de él en vida.
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we are weak | changlix
FanficDónde Changbin y Felix se aman pero no lo suficiente como para detener su separación.