Nunca se an puesto a pensar en que nada es para siempre y lo entendí porque ya no tenía ganas de estar con ella, ya no tenía ganas de las típicas peleas sin sentido, ya no tenía ganas de sentirme mal por cosas que ella hacia o decía.
...YA NO TENÍA GANAS DE QUE LAS COSAS SE ARREGLARÁN...
Incluso tenía el miedo de que llegábamos a hablar y lo solucionabamos.
El sentimiento era el mismo, la amaban, pero la decepción era fatal y mató las ganas...
Fuiste mi mejor historia pero ahora estoy con alguien que me hace igual o más feliz.