Por una apuesta

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Se encontraba sentado en su escritorio frente al computador cuando sintió vibrar su teléfono dentro del bolsillo, lo sacó para ver de quien se trataba y una pequeña venita se formó en su sien cuando frunció el seño al darse cuenta de lo que decía: <<esposo>>.

—¡¡Idiota!! ¡¡¿Quién te crees que eres para seguir cambiando mis contactos?!!

—¡Eh!, pero si sabes que se trata de mí ¿no? ¿Debería tomar eso como que me consideras tu esposo?

—¡¡Y una mierda!!

—vas a venir hoy a casa, verdad?

—tengo mucho trabajo pendiente aún.

—sólo asegúrate de terminarlo y ven.

—¡he dicho que no! Iré a mi departamento

—¿es eso una invitación? Hace mucho que no lo hacemos en tu cama.

—¡Tsk! ¡Te he dicho que no!, ¡¿por una vez puedes escuchar lo que  te digo?!

—vamos, no te pongas así, ya ha pasado mucho tiempo, me pregunto... ¿te has estado conteniendo todo este tiempo?

—¡p-por supuesto que no!

—así que es verdad

—¡c-cállate! ¡Y no se te ocurra ir!

—entonces ven a casa, sabes que Hiyo no está

—...n-no iré

—Bueno, pensaba perdonarte lo de la apuesta pero, viendo lo terco que eres no me queda opción que cobrartelo y no te olvides que todos deben estar presentes... Yokozawa

—... — Yokozawa se quedó mudo y con los ojos muy abiertos, lo que ocurría aquí, era que habían hecho una apuesta, obviamente el ganador fue Kirishima y el castigo para el perdedor era usar un traje de cosplay pero eso no era todo, Kirishima quería que el evento de las flores de cerezo de la empresa Marukawa fuera el lugar perfecto para lucir dicho traje, claro que Yokozawa se oponía a aquello pues ese detalle se lo había dicho una vez ganada la apuesta y su orgullo no le permitía usar una cosa así delante de todos los trabajadores de Marukawa.

Pero Yokozawa tenía un plan, uno que tal vez lo salvaría de hacer aquello pero, aún hacer lo que tenía planeado era demasiado vergonzoso y no quería que Kirishima lo supiera ni mucho menos quería que lo molestará ese día puesto que aún tenía cosas que hacer y no estaba de ánimos para nada después de ser molestado por su pareja,

—Haz lo que te plazca entonces— con eso colgó la llamada telefónica, el castaño quedó decepcionado, pues realmente anhelaba ver a Yokozawa pero si este no quería verle no podía sólo obligarle, aún así decidió ir al departamento del menor.

Yokozawa estaba seguro de que Kirishima iría a su departamento y aprovechándose de eso salió a comprar algunas cosas para ir a la casa  del mayor. Al llegar dejó sus cosas en el sofá y se dispuso a preparar la comida para ambos, ya que Hiyo no estaba preparo sólo lo suficiente  para ellos dos, era tarde, las nueve  de la noche y el castaño no llegaba, tomó su teléfono dispuesto a marcarle cuando escucho el ruido de unas llaves en la cerradura de la puerta lo cual le indicaba la llegada del castaño.

Al entrar y ver a Yokozawa de pie en la sala se sorprendió, se suponía que no iría a su casa aquella noche y era por eso que le había esperado en su departamento por horas y cansado de esperar decidió ir a su casa, pero eso no se lo diría.

—pensé que no vendrías— entró a la cocina por una cerveza y regreso al sillón con un gesto indiferente.

—termine antes y vine, pensé que llegarías pronto, pero ya es muy tarde

—como dijiste que no vendrías salí a tomar un poco antes de venir.

—... ¿quieres que te caliente la cena?

—No, no tengo hambre así que no te molestes.

La dura indiferencia hacia su persona y el que evitará mirarle a los ojos le molestó un poco, se dirigió a la habitación del mayor y se cambió de ropa, tenía al castaño justo donde lo quería... en la sala y molesto, así que eso le daba tiempo perfectamente a que se arreglara. Una vez cambiado salió de nuevo a la sala y quedó recargado en la pared viendo al castaño con un libro en sus manos, quien le escucho llegar pero no volteó a mirarle y siguió con su lectura.

—Kirishima-san...

—hmmm

—¿podrías... reconsiderar lo de la apuesta?

—nop, ya habíamos quedado en algo

—pero no es justo, lo del Festival lo dijiste una vez ganaste la apuesta

—lo siento Yokozawa pero no lo reconsideraré, no olvides que todos deben estar presentes cuando uses tu lindo traje.

—Bueno... la verdad pensaba cambiarlo por algo mucho mejor solo para ti pero... creo que no lo pensarás... quisiera saber, como vas a reaccionar cuando todos me vean usando este traje, ¿no te gusta?— tragándose su orgullo dijo aquellas palabras con seductora voz y girando sobre sí para que el castaño pudiera apreciar mejor el traje, el sujeto curioso volteó a mirarle pero en ese segundo quedó en shock, con la boca abierta y con los ojos muy abiertos, parado a escasos metros de él estaba su osito con una diadema de orejas de gato que combinaban a la perfección con su cabellera oscura, unos guantes negros, boxers oscuros y atado a la cintura una colita con la que jugueteaba entre sus manos, también alrededor del cuello un pequeño collar con un cascabel, unas botas negras con poco tacón y un liguero negro en una de sus piernas, Kirishima pudo apreciar su bien formado torso, cada músculo de su pecho, abdomen, brazos y piernas, y adornando todo esto, un ligero sonrojo en las mejillas del peli azul que no podía ser ocultado a pesar de llevar un medio antifaz.

Lo estaba saboreando con la mirada, recorriendo con la vista descaradamente cada parte del cuerpo de Yokozawa, se puso de pie y corto toda la distancia con él en cuestión de un sólo instante estampando al menor aún más contra la pared al tiempo que besaba al menor posesivamente y lo acariciaba.

—Takafumi....

—¡ah!— el castaño ataco su cuello, sabía muy bien que era su punto débil

—el traje te queda bien... Aunque sería mejor si fuera de osito... Osito

—si... No te gusta... Suéltame

—no dije que no me gustara... Acaso no notas lo que me ha gustado— dicho esto Kirishima se restregó hacia una de las piernas de Yokozawa, quien se dio cuenta de la enorme erección que ya tenía el castaño.

—t-tú...

—joder Yokozawa... Eres tan sexy...

—yo... Solo... S-solo te mostraba el traje... Así que... Déjame ya...

—ni en un millón de años dejare que alguien más te vea usando esto, eres solo mío...

—¡Ah! ¡Hmm! —el castaño volvió a besar el cuello contrario y arrastrando a Yokozawa hacia la habitación iba chocando contra los muebles,

—sabes Yokozawa... Estoy pensando en reconsiderar la apuesta pero con una condición...

—¿ah sí? ¿Y que condición es esa?

‡‡‡‡‡‡‡‡‡‡‡‡‡‡‡‡..

Ok, creo que tal vez serán dos capítulos y no uno como había quedado, ya que aún me falta parte de la historia....
Lamento haber quedado mal y no subir la historia completa, pero prometo apurarme  para tenerlo listo lo más pronto posible.

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