Frases

195 o algo así.

Hay días como hoy en los que me siento tan estúpidamente invisible o fácil de ignorar, que tengo que tener contacto humano, aunque sea lo mínimo como "¿Dónde vas a bajarte?" o un "¿Disculpa, traes la hora?"
Cualquier detalle, cualquier pendejada, cualquier cosa mínima que me haga sentir que los demás son mínimamente conscientes de que estoy allí, que existo.
No necesito que me griten a los cuatro vientos su cariño o que me digan "estoy aquí". Necesito sentir que no soy solo un producto de la imaginación de alguien.

Es horrible. El día de hoy ha sido todo muestras constantes de que soy un ser humano vivo, visible y palpable. Ha sido repetirme una y otra vez que no soy un amigo imaginario o un dibujo empezado y dejado a medias.

He tenido que desahogar mis estupideces a medias con una de las personas que más adoro en esta vida y que odio que tenga que preocuparse por mi de ese modo. Y ni siquiera así he podido aliviar por completo la carga que siento en el pecho, el nudo de la garganta, el dolor del corazón.

¿Qué haré cuando no pueda soportarlo más tiempo?
¿Qué haré cuando deje de sentirme completa, como antes?
¿Qué haré cuando deje de ser yo,  para convertirme de nuevo solamente en retazos de tristeza y agonía, y ganas de acabar con todo?
¿Qué haré?, ¿En que me convertiré?

No quiero regresar a eso, quiero estar bien y es lo que he estado intentando. Quiero irme lejos, empezar de nuevo donde nadie me conozca y nadie haga preguntas.
Pero no es posible, porque lo que me daña lo llevo por dentro, no puedo escapar.

Martes 13 de marzo del 2018.