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Capítulo 1

Si algo he aprendido en la vida es que se debe empezar todo desde el principio, así que retrocedamos el tiempo a el 2 de septiembre del 2013, hace más o menos 4 años, cuando yo entre a primero de bachillerato.

Entre a una nueva escuela, me acababa de mudar de mi ciudad natal que queda como a dos pueblos de esta. Miraba atemorizada cada esquina del edificio que se levantaba a mis pies, después de todo era una escuela muy prestigiada, y yo una chica que había vivido con sus padres de manera muy normal toda su vida, mis padres eran de clase de media, no nos faltaba nada pero no podíamos simplemente comprar lo que quisiéramos siempre.

Totalmente diferente de mis abuelos paternos que viven en la ciudad en la que estoy ahora, ellos decidieron que mi aprendizaje secundario debía ser el mejor, por lo tanto sin siquiera consultar a mis padres me matricularon al mejor colegio de su ciudad. Aunque siendo sinceros convencer a mis padres no fue difícil, como negarse a darme una muy buena educación, por más de que sea a unos cuantos cientos de kilómetros lejos de mis padres, ellos simplemente no podían negarse a darme una buena vida.

Así que heme aquí junto con un grupo de muchos chicos que también eran nuevos, pero no es eso lo que quieres escuchar ¿no? Te pica saber cómo fue Peter la primera vez que lo vi, y por más que quiera decir que fue un chico malo, un nerd desinteresado, un amigo de la infancia que me reencontré, o incluso el chico más popular de la escuela y capitán del equipo, él era solo Peter.

Así que cuando me lo presentaron como la persona que me iba a enseñar la escuela lo vi como un chico promedio, no tenía nada muy especial además de lo precoces granos que le salían en la nariz gracias a sus 13 años. Y ese característico toque nervioso que tenía seguía ahí, y aunque con el pasar de los años ha ido disminuyendo... No se ha ido del todo.

--Muy buenos días...--Tenía un papelito pegado al pecho que decía "Caroline" así que para Peter no fue difícil adivinar mi nombre –Caroline, mucho gusto mi nombre es Peter y tendré el gusto de presentarte la bella escuela que es San Pedro.

Y así paso mi día, con un simpático Peter esperándome a la salida de cada clase y con toda la voluntad de enseñarme la escuela de esquina a esquina. Enserio, si me hubiera podido enseñar el baño de hombres, lo hubiera hecho. Al final del día estando más que contenta con la nueva escuela y lo simpáticos que fueron algunos compañeros conmigo, me disponía a invitar a Peter a hacer parte del grupo de chicos que me invito a pasar el rato.

Pero justo cuando me disponía a abrir la boca, apareció ella.

-- ¡Hola Peter! ¿Dónde estuviste todo el día? ¿Ayudando a esos novatos de nuevo? ¡Me hiciste mucha mucha falta!

Su novia, Teressa, había llegado como un huracán, de cierta manera me recordaba a alguien, lo único que no me cuadraba en el parentesco con esa persona era el sequito de muchachas que iban tras ella y la gran cantidad de maquillaje que tenía para ser tan joven.

Teressa Brooks era una chica muy popular, prácticamente desde que nació tenía su vida meticulosamente planeada para ser reina del baile, esposa de un empresario prestigioso y tener una genética lo suficientemente atractiva para volver a iniciar la historia. Y el chico con el que planeaba completar su meticuloso plan era mi recién adquirido amigo.

Peter Daniels era un chico muy popular también, aunque por distintas razones a las de su novia. La gente solía tomar ventaja de su solidaridad y su buena voluntad, era presidente de la clase, con un buen promedio, no tenía ninguna falta disciplinaria y mucho menos alguna queja por parte de sus profesores más que el hecho de que ayudaba mucho a sus compañeros.

La única que no cuadraba ahí era yo, que lástima que me haya dado cuanta tan tarde ¿No es así, corazón?

Y yo bueno, yo era yo. La chica que se sintió intimidada por toda la cantidad de chicos de segundo de bachillerato que estaba alrededor de ella y que sin despedirse salió corriendo de ese vil acorralamiento.

Yo siempre he sido alguien que le gusta la atención, pero nunca no sentirse pertenecer en un grupo de personas. Tal vez esa era una de las razones por la cual yo no encajaba en el mundo de Peter y Teressa, sí. No lo se, tal vez el hecho de que yo no me sentía cómoda siendo refinada y dulce en todo momento, algo que mis abuelos no habían podido corregir ni con profesores.

Y desde ese día no había tenido ninguna interacción extraordinaria con Peter más que unas cuantas sonrisas en los pasillos, bueno hasta que se abrió un club de francés en el año 2017 abierto exclusivamente para grado quinto y sexto de bachillerato. Cuando me inscribí pensaba que íbamos a ser unos 10 estudiantes más el profesor, quien iba pensar que íbamos a ser Peter y yo, y unas cuantas veces el profesor.

Es así como él y yo nos volvimos amigos.

Sweet TentationDonde viven las historias. Descúbrelo ahora