Bajo la Luna.

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Epílogo.

Nací con un don. Uno que mis hermanos no tienen, eso me hace especial y única, aunque también el blanco de muchas criaturas oscuras.

Mamá siempre me ha protegido y enseñado con su poder, y papá me ha enseñado a ser un Alfa ejemplar.

Pronto sería mi coronación, donde todo lo que mis padres construyeron caería en mis manos. Yo tomaría las desiciones y el poder se iba a centarse únicamente en mi y mi beta.

Diría que no estoy nerviosa pero sería una vil mentira. No me imagino que sería que te llamen Alfa a donde quiera que vayas.

Yo quería libertad, ser quien soy y no estar atada a una pareja de linaje. Son estúpidas y lo único que consigues es ser reprimida de tus libertades.

En mi mente va todo al revés, sigo mis ideas y admito con todo orgullo que soy terca hasta el alma.

Soy el ejemplo a seguir de mis hermanos y por esas razones soy madura cuando se debe, si fuera por mi todo seria la ley de la selva.

Mi familia resultó ser importante en todo el continente, subió a ser la más poderosa por los alfas que serían mis padres. Por lo que me han contado sus batallas han sido escritas por brujas blancas para conmemorar sus victorias y alianzas.

Y más por la primera híbrida de la historia. Mi mamá.

Yo soy la segunda, su hija.

La mayor de los hermanos Dragneel.

Heredera del poder de los brujos grises y siguiente al mando de la Manada Fairy Tail.

Yo soy.

Nashi Dragneel.

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