Al pequeño Hunnie de 15 años le gusta el chico mayor que le miraba en educación física, escucho su voz por primera vez cuando pasaba un día por el corredor. Aquel chico mayor resultaba ser su profesor de deportes, Kim JunMyeon de 29 años. Lo vio en un día de lluvia, cuando movía su cabeza de un lado a otro cuando la música sonaba en sus oídos, sus dedos tocaban la pared y delineaba las pequeñas curvas que sobresalían en el color blanco del instituto. Sus movimientos en el corredor vacío fueron detenidos por un hombre de tez blanca, sus facciones le parecieron la cosa más linda que a visto en su corta vida.
Poco decir de aquel hombre, SuHo para los amigos, ese día de lluvia no había visto nada parecido a la belleza de aquel niño que iba caminando y moviendo sus pequeñas caderas al ritmo de lo que estaba escuchando. Siguió su camino después de admirar la belleza contraria, entonces recordó que tenía que retirarse de ahí, escucho un pequeño "Hola" de aquella boquita carmesí por el color de algún colorante o quizá sus labios eran de ese color, no lo sabe pero lo que tenía muy en claro era que sentía su cuerpo quemar por la curiosidad, murmuró un "Hola, me gustaría quedarme pero debo irme" haciendo que el más joven sonriera y se fuera caminando poniendo sus auriculares y siguiendo con sus movimientos de hace un rato.
Esa semana ambos se volvieron a ver después de conocerse, el menor sabía su nombre y el mayor el contrario, pero el día que se vieron, viernes siendo exactos, fue de la forma en que al mayor no le hubiera gustado después de entablar amistad, él era su profesor de deportes y él su alumno ¿vaya problema,no? El menor se acercaba para hablar con él de las actividades que no lograba hacer, era guiado por el contrario con una sonrisa cómplice porque nadie más sabía de su pequeña amistad después de ese día de lluvia.
—Muy bien, SeHun, puedes irte a las duchas. ¡Los demás una vuelta más!
El menor murmuró un "gracias,hyung", se fue a las duchas como el mayor había dicho y se dio una pequeña ducha antes que sus compañeros regresaran, se cambio por su uniforme y salió encontrando que sus compañeros ya estaban adentro buscando sus cosas para darse la ducha después de sudar. Salió de los vestidores donde camino unos cortos pasos y se encontró con el mayor que le sonrió de una manera que le causo un sonrojo y siguió su camino.
Desde aquella sonrisa nada volvió a ser igual, el menor se sonrojaba cada vez que este ponía sus ojos en él, sintió la mano ajena cuando estaba por caerse delante de este, sintió como su cadera era sujetada y supo que desde ahí que ambos estaban perdidos completamente y eso temía, no quería meter en problemas al mayor, ese no era su propósito y sabía que gustar de este era arriesgar todo para no decir ni una sola palabra y estaba dispuesto si el contrario se lo pedía, lo estaba.