Domingo, 9 A.M.
Casi había tenido intimidad con su pequeño Hunnie, con su pequeño tesoro en la fría noche del sábado. Su sonrisa estaba más que reluciente cada vez que se ponía a pensar sobre el menor abajo de su cuerpo, cuando le acaricio sin pudor alguno moviendo su cadera cuando se encontró en medio de las piernas del menor, en estos momentos estaba nuevamente entre las piernas del menor besándole desde muy temprano, el reloj marcaba las 9:00 A.M cuando desnudo al menor.
Estaba dispuesto a hacerlo, sería lo más suave y tierno que pudiera, cuando despertó al menor este le saludo con un "Buenos días, papi" y aquí la consecuencia de eso. Las pequeñas manos del menor entraron a su bóxer y acaricio el miembro ajeno mientras trataba de sentirle más, el mayor movió su cadera sobre la mano ajena. Ambos sonreían cuando el mayor acariciaba entre las nalgas del menor tocando su rosada entrada, miraba al menor deshacerse entre sus caricias.
—¿Quieres esto,pequeño? No hay vuelta atrás si lo hacemos, aunque Hunnie, si no es bonita o lo que esperas de tu primera vez dilo.
—Eres tú así que estoy perfectamente bien con eso, con que me ames a tu forma todo estará bien luego nos preocupamos si llega a dolerme.
Sonrojado el menor abrió más sus piernas mostrando su pequeña entrada, el mayor masajeo su miembro mientras con dos dedos dilataba la pequeña y estrecha entrada de su pequeño, una vez listos el mayor dejo que la punta entrara un poco en aquella rosada entrada y después de unos segundos se empujo completamente entrando en aquel estrecho camino. El menor soltó un grito cuando el mayor entro completamente, sintió su interior ser atacado deliciosamente por el miembro ajeno.
Las manos de SuHo se entrelazaron con las del menor hasta que este se acostumbrara movió su cadera en círculos arrancando jadeos del menor, esos pequeños jadeos se convirtieron en gemidos dando a entender al mayor que podía moverse al mismo tiempo que llenaba la cara del menor de besos. Su cadera se movió con fuerza haciendo que el pequeño cuerpo se moviera al ritmo de las embestidas, sonrió cuando el mayor jadeaba abriendose paso entre las paredes virginales de su pequeño, se sentía feliz de no haber sido detenido por el contrario.
—Oh joder, bebé...mgh estas jodidamente estrecho. ¿Estas disfrutando que papi esta partiendo tu lindo culo?
—¡Mh, claro que si papi! Dame más, dame...he sido un niño bueno.
—Claro que si mi pequeño, estos meses te has portado muy bien y por eso me tienes por completo. ¿Bailar a mi lado aquella vez? Eso fue genial,amor.
"Amor" eso hizo que el menor terminará arriba del mayor saltando en su regazo con fuerza haciendo que ambos gritaran y terminaran al mismo tiempo, dejo escapar una risa cuando el mayor comenzó a llenarle de besos dejando chupetes en todo su cuello. La tarde había sido cansada, ambos habían tenido otra ronda después de desayunar a las 12:00 P.M, el menor ahora se encontraba entre los brazos del mayor en la tina hablando de cualquier cosas de su corta vida. El mayor se encontraba con la sonrisa más grande que en el día cuando lo hizo suyo por primera vez, cuando probo sus mieles, estaba enamorado de su pequeño y no dudaría en luchar por estar a su lado toda su vida.
El viernes cuando le mostró las llaves al mayor donde su sonrisa se hizo más grande al ver a su pequeño con una sonrisa que no cabía, le beso ese día ya que su felicidad no se media y se sintió desvanecer cuando sus labios tocaron los contrarios.
El mayor era feliz, el menor era feliz.