Without rules [AU MLB +18]

S I E T E

Adrien se encontraba en la cafetería de su universidad, comprando su almuerzo para luego sentarse en una de las mesas con su mejor amiga. 

— ¿Ya me vas a contar?— dijo ella picando su ensalada con el tenedor, sin mirarlo directamente.

— ¿Qué cosa, Kagami?— para él fue inevitable reprimir una sonrisa mientras se acomodaba para comer.

— Pues la razón por la que estás tan distraído últimamente.— dio un bocado, ahora mirándolo sin quitar la seriedad en su rostro.— Y feliz.

— ¿Por qué tendría que haber una razón en específico para estar feliz?— comió de su sándwich, tratando de ocultar sus nervios.

— Para estar feliz, tal vez no, pero estás demasiado feliz Y distraído. Las dos juntas solo indican una cosa.

— Y eso es...

— Que estás enamorado.— concluyo con una pequeña sonrisa, recargando su rostro en el dorso de su mano. 

— Pff, estas alucinando. 

— ¿En serio? Pues eso no es lo que dice el profesor de esgrima. Y tampoco tus resultados, no es divertido vencerte si estas tan disperso y eso me da ventaja innecesaria. 

El rubio siguió masticando su comida, sumido en sus pensamientos, considerando si era buena idea confesarle a su amiga más cercana su secreto que hasta el momento era el más sucio...

— Tu ganas...— dijo finalmente rendido ante aquella imponente mirada.— Hay una chica.— Kagami sonrió.— Pero no te diré más porque aún no hay nada seguro. Apenas nos estamos conociendo. 

— Asombroso, Agreste.— Ahora comió con una sonrisa divertida.— realmente no creí que te volverías a enamorar después de lo de Lila. 

— Agh, por favor, no me cagues el día.— Rodó los ojos.— No menciones ni su nombre ¿Quieres?

— Tranquilo, tal vez te haga sentir mejor si me dices el nombre de tu nueva novia. 

—Si, claro.— La miró con burla.—Pero ya te dije que no pienso decir nada hasta que esté seguro de sus sentimientos. Y en parte los míos.

Ahora ella había rodado los ojos con fastidio.— Y ahí vas de nuevo con la misma historia...

— Ya ¿y tú no?— él le mostró una sonrisa socarrona.— No le das una sola oportunidad al pobre Luka ni para que se acerque a ti.

Ambos voltearon a sus espaldas, donde la pared y la puerta era completamente de vidrio, y a través de este se veía el campo con enormes arboles y estudiantes por todos lados, caminando, sentados en el césped o solo pasando el rato entre compañeros; y ahí lo vieron, al joven de mechas azules platicando animosamente con un grupo de chicos. 

— No entiendo que hace aquí  si él todavía no entra.— la chica volvió a mirar su plato.

— ¿Qué no es obvio? Que se acercara a mi, tu mejor amigo, para pedirme ayuda; que se hiciera tan amigo de las personas de tu misma facultad y que venga a esta hora en la que que almuerzas. Está muerto por ti, reina de hielo.

— Está loco. Es un acosador.— La chica tomó sus cosas y la basura de la mesa.— Ya me voy, me amargaste el almuerzo.

— Tu empezaste.— la vio irse, aún comiendo y divertido por la situación. Sin embargo, algo preocupado por la platica inicial.

Si nadie se entera, las cosas seguirán bien, como hasta ahora.

~•~

— ¿Lista, preciosa?— Preguntó el oji-verde una vez cerró la puerta de su habitación.