Día 3;

122 6 0
                                    



Una lágrima por cada día que desperdicié pudiendo pasarlo contigo y me negué.

Un pestañeo por cada segundo que te pensé sin ser digna de ello.

Un sorbo por todas las veces que no me creía capaz cuando lo era, y otros dos porque ahora ya he perdido la oportunidad.

Echarte de menos sin siquiera conocerte se ha vuelto rutina, de la misma manera que necesitarte es ahora parte de mi vida.

Y desde entonces llevo 6 meses mirando sin parar el móvil, corriendo hacia él con la pequeña esperanza de que seas tú, y nunca eres tú en mi teléfono, pero siempre serás tú en mi vida.

Tendré que conformarme con soñarte, porque quizás me he vuelto loca de verdad, más de lo que ya lo estaba antes de conocerte.

Quizás me he vuelto tan loca que puede que no seas ni real, puede, y ojalá fuese así para dejar de llorarte, que no seas más que mi imaginación creando todo lo que alguna vez pedí en una persona.

Todo menos un amor reciproco.

Seguramente me estoy diciendo esto para superar que para ti no soy más que un recuerdo de mierda que no significó nada.

Y seguramente todo eso no cambiará, que tú para mí siempre serás el amor de mi vida.




Todo lo que te escribo y tu nunca leerás.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora