-Ahora levántate y limpia todo este desastre-dijo Erick mientras se acomodaba sus pantalones y caminaba hacia el sillón que estaba en medio de la sala. Una vez ahí abrió una de las latas de cerveza y le dio un sorbo-Que esto te quede de lección para cuando quieras volver a alzarme la voz, ¿Entendiste?

Pasaron varios minutos en los cuales no hubo respuesta alguna. El rizado se encontraba aún en el suelo de rodillas y apoyado en las palmas de sus manos mientras trataba de poder controlar su respiración para así evitar llorar en frente de la persona que hace unos instantes había hablado.

-Te pregunté que si..

-Si entendí-murmuro el rizado mientras se levantaba del suelo lentamente mientras iba subiendo su boxer junto a sus pantalones. Con algo de miedo dirigió su vista al suelo y pudo ver como habían manchas de sangre. Suspiró leve mordiendo su labio y se dirigió a la cocina. Se agachó haciéndo una mueca de dolor mientras buscaba los productos de limpieza para luego volver a ese lugar. Terminó de Limpiar en 15 minutos y después de eso se dirigió a su habitación, entró y cerró la puerta de esta con seguro. 

Su reloj marcaba las 3: 30 am y aún no había podido dormir nada por estar llorando en su cama. Tenía que levantarse a las 6: 00 am para poder alistarse y dirigirse a su instituto que quedaba en el centro de la ciudad. Harry lo primero que haría cuando cumpliera los 18 era irse de ese departamento, lejos de su tío y si es posible, largarse de esa ciudad.

Cuando su reloj marcó las 5 de la mañana, solamente se levantó y cuando fue al baño colocándose delante del espejo se dio cuenta de que tenía ojeras y un moretón en su mejilla derecha. Abrió el grifo, tomando agua con sus manos y la pasó por su rostro delicadamente, luego se dedicó a bañarse dejando que el aua limpiara todo germén que tenía y toda mancha de sangre. Después de esto salió de su habitación y suspiró al ver que su tío ya no se encontraba ahí, tal vez estaba en su habitación o se fue a tomar con sus amigos, igual, al rizado no le importaba, él era feliz teniéndolo lejos.

Harry preparó su desayuno rápidamente, como se había entretenido no había visto la hora y cuando se dio cuenta faltaban cinco minutos para las 6. Cuando salió de su departamento, la puerta del departamento de al frente fue abierta tan bien

-Buenos días-dijo un muchacho rubio con una amplia sonrisa.

Harry solamente asintió y bajó por las escaleras para poder salir de su edificio. No es que el rizado sea un idiota, sino que cada vez que confiaba en alguien y abría ampliamente su corazón, este "alguien" terminaba decepcionándolo y lo lastimaba demasiado. Cuando salió detuvo su paso y puso sus ojos en la gran florería que estaba cruzándo la calle, En la parte de afuera habían varios maceteros con algunas flores, entre ellas, las que más resaltaban para el rizado eran unas tulipanes de color blanco y esta era la razón por la cual el rizado se acercó a ellas antes mirando a ambos lados de la calle. Cuando llegó no pudo evitar sonreir y con uno de sus dedos acarició el pétalo de la flor. 

El rizado escuchaba unos cuantos murmullos que provenían de adentro de la florería pero no les tomó importancia, dio una última sonrisa antes de dar unos cuantos pasos para poder volver a caminar pero apenas dio un paso antes de quedarse quieto. Delante de él había un chico, un poco más alto que él, cabello castaño y ojos azules, con el cual casi se choca si es que este no detenía un andar. Pasaron varios segundos, los cuales parecieron minutos eternos para el rizado pues, el chico que estaba delante de él no le quitaba la mirada de encima y eso hacía que se sintiera un poco incómodo provocando que sus mejillas tomarán un pequeño color rojizo. Cuando el más alto abrió su boca para poder decir algo, sonó el pito de un auto, llamando la atención de ambos chicos.

-Hey, Styles!-el nombrado tragó saliva al ver que eran los mismos chicos que lo molestaban en el colegio-¿Ya pensaste en abrirte de piernas para mí como la zorra que eres?-antes de que pudiera decir algo, el auto tomó velocidad y se fue de ahí en un abrir y cerrar de ojos. 

Harry miró como varias personas tenían puesta su mirada en él, lo único qu ehizo fue bajar su vista y pasar por un lado del chico frente a él e irse rápidamente de ese lugar. 

-¿Louis, estás bien?-preguntó la dueña de la cafetería que estaba a un lado de la florería provocando que el primer nombrado saliera de su trance

-Eh, si si, estoy bien-murmuro para darse la vuelta y tratar de encontrar al rizado pero fue en vano, ya no estaba. Louis suspiró decepcionado y entró a la tienda encontrándose con su mamá

-¿Regaste las flores?

-¿Flores?-murmuró-Oh no, me olvidé, perdón mamá-dijo volviéndo a salir y estaba vez cumpliendo el encargo que su madre le había dado. Después de varios minutos regresó adentro y fue a ayudar a su mamá.

-¿Sabes mamá? Estoy pensando en venirte a ayudar más seguido en la florería-dijo mientras alzaba unas macetas de flores conocidas como "orquídeas" en la pared

-¿En serio?-Louis notó el entusiamos en la voz de su madre y este solo asintio-¿Por qué?

"Por el hermoso chico de ojos verdes". Pensó Louis-Por nada en especial, solo que en casa me siento demasiado aburrido y no lo sé, me gustaría experimentar algo nuevo-se encogió de hombros mientras se acercaba a la caja registradora y con un trapo sacudía el poco de polvo que había en esta.

-Sabes que siempre serás bienvenido aquí, cariño-el rizado la miró con una sonrisa y asintió en forma de "agradecimiento".

                                                        //

Eran casi las Una de la tarde cuando Louis y su mamá regresaban de almorzar. Venían hablando entretenidamente hasta que una figura atrajo toda la atención del castaño. Era el mismo chico de la mañana, cabello rizado y castaño, Ojos colo verde como la esmeralda y más bajo que él pero había algo diferente. Venía llorando. Louis lo miró con el ceño fruncido, su mamá ya había dejado de hablar hace un par de minutos mientras veía en la misma dirección de su hijo. Cuando el rizado entró en su edificio la vista de Louis volvió a donde su madra, la cual lo miraba con una ceja alzada.

-Hoy me topé con él-explicó-Y, le quise hablar pero no pude. No sabía que vivía en frente-murmuro viendo el edificio nuevamente

-Se llama Harry

-¿El edificio?

-No, Louis-dijo riendo leve-Él chico tiene 17 años-el castaño solamente asintió, él era mayor solamente por dos años, no había mucha diferencia-Él viene para acá todas las mañanas, a ver las tulipanes de ahí-señaló las flores blancas y Louis las vió. 

-¿Por qué hace eso?

-Se lo puedes preguntar tú mismo-dijo sonriendo y entró a la florería.

El castaño entró minutos después que su madre pero esta vez solamente tomó un pequeño cuaderno de su mochila y fue hasta el invernadero qe estaba en la parte de atrás de la florería. Caminó hasta estar casi al fondo y se sentó en el suelo cerca de unas girasoles y sonrió al oler el aroma de todas las flores juntas-Parezco una nenita-dijo riéndo mientras negaba y abría el cuaderno en cualquier página. Soltó un pequeño suspiro, mientras pensaba en lo que tenía que hacer-Vamos, no será demasiado difícil-murmuró para él mismo-Solo tienes que escribir una carta para un chico que recién acabas de conocer y.. Ni siquiera lo conoces!, sabes su nombre porque tu mamá te lo dijo y su apellido por el imbécil ese. ¿Qué le puedo poner?,Ya sé! Seré directo, ¿Quieres casarte conmigo, Harry?, Okey, eso no, la idea es poderme acercar a él, no que él piense que soy un viejo y lo ando acosando, uh, ni siquiera sé porque estoy hablando conmigo mismo!




🌹Flowers🌹 (Larry Stylinson)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora