Un encuentro muy choco-estrellado

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Irónicamente yo buscaba a Chocolate, pero lo que me condujo hacia ella fue el potente olor de Vinagre que se imponía sobre el de ella...

El dulce bosque de avellanas es muy peligroso de noche, debido que allí se encuentran los dulcicuentes (especialmente, los narcotraficantes que siembran algodones de azúcar para llevarlos a otros pueblos ilegalmente, por suerte cada vez hay menos, pero uno nunca sabe, ¿NO?) más malos de la ciudad. Me adentré, y decidí tomar el atajo para llegar más rapido a donde fuera que proviniera ese olor, si mis cálculos NO me fallan el olor provenía de la Caverna de las Tartas Somnolientas ( se llaman así porque esas tartas se demoran medio año en crecer, osea tienen un largo sueño).

Pasé por los sembrados de yogurteles, de las papas azules, de las semillas saltarinas y me topé con la vieja cabaña del conocido mago Jamonada. Estaba por entrar ya que vi por su gran ventana de cristal y madera como preparaba una deliciosa tarta de queso y gelatina, la famosa Quege, un postre típico de mi ciudad, y vi como echaba el caramelo encima. Como se derretía, pero sabía que NO tenía tiempo...

Me quedé con las ganas y me fui corriendo antes de lamentarme.

El olor se hacía más potente hasta que me encontre frente a frente a las cavernas... Me pusé mi casco de Pan-minera y me adentré. Vi huellas marrones y supuse que serían de Chocolate.

La vi. NO sabía que hacer. Fue un encuentro muy choco-estrellado.

La miré y le dije:

- ¡ Chocolateee, amiga mía!- mientras esbozaba una gran sonrisa-.

Fui a abrazarla, corriendo, sabía que se había vuelto mala, pero para mí seguía siendo la misma de antes, era mi amiga, mi chocolate.

Estaba a milímetros de su cuerpo, pero ella me detuvo. Me miro con una expresión vacía y me dijo:

- NO me toques- se fue poniendo furiosa-.

Vino Vinagre, riéndose alocadamente, burlándose de la situación.

Me vio, y me dijo que ellas dominarían este mundo, y la dulcestúpida ciudad. Que todos nos pudriríamos ( como las frutas cuando van a la ciudad del Sol ) en el Huevinfierno. Fueron muy duras.

Tomé una poción de rehabilitación, ya estaba cansada.

Chocolate me dijo:

- Esa voz que escuchabas era mía.- caminaba de lado a lado- Solo quería que vinieras para decirte que adviertas a tu pueblo, que los dominaremos, y que me pagarán por todo lo que me hicieron. Escapa mientras puedas con Mermelada. Yo NO cambiaré, la maldad ahora es mi amiga. Sufrí mucho, y ahora me vengaré.-.

No pudo evitar llorar.

Sabía que NO lo harían, que estaba delirando debido a su aislamiento hacia los demás. Vinagre me hacía repetidas miradas despectivas. Yo era conciente de que Chocolate era el títere de Vinagre, y que debía salvarla, de que aún tenía sentimientos.

Quize consolar a Chocolate, pero Vinagre usó una poción e hizo que varias raíces de las cavernas me apretujaran hasta tal punto de quitarme todos mis poderes a causa de la poción rehabilitadora. Estaba debilitada, lo único que vi es que habían varios dulces maléficos mirándome entre ellos Chocolate y Vinagre.

Me quedé inconciente y amanecí en la cabaña del mago Jamonada. Uní mis fuerzas para levantarme y ver por la ventana. Todavía era de noche. NO habrían pasado más de dos horas. El mago jamonada vino por atrás y me sorprendió.

Le conté todo y él me dijo:

- Vinagre cambió a Chocolate. La volvió mala. Y luego le dió una poción como a los otros dulces para que nunca vuelven a ser como antes. Hay veces en que lso dulces maléficos están por lograrlo cuando alguien los hace concientes de sus actos o cuando a veces la poción falla ( la que les da Vinagre). Podemos liberar a Chocolate y a todos, pero Vinagre NO lo perimitirá... Debemos averiguar el oscuro pasado de Vinagre y hacerle tomar conciencia de lo que está haciendo, así ella se liberará de su alma mala...- miraba fijamente un antiguo mapa-.

- Pero, ¿ Cómo lo haremos?- interrumpí-.

- Tenemos que emprender un viaje a la ciudad natal de Vinagre, averiguar todo sobre ella. También debemos ir a visitar al rey Choco Norris. Y además debemos ir donde el adivino Arroz y pedirle permiso a la Madre Dulcaturaleza para adentrarnos en sus bosques más lejanos, allí se encuentra el libro de la verdad de todos los dulcadanos. Así que... ¡ A alistar tus maletas se ha dicho!- se notaba entusiasmado, y me guiñó el ojo-.

Asentí, y me fui corriendo en su dulcicleta. Tenía que avisarles a Mermelada, Camotito y Bimboso. Y debía ir a pedir más pociones donde Maní.

Partíamos mañana en al atardecer. 

Esta aventura iba a ser fantástica...

- Mantequilla \*0*/

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⏰ Última actualización: Jun 15, 2014 ⏰

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