Capítulo 32.

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Todo está tan sereno, hay una sensación de felicidad que me embarga, no estamos en un lugar que yo conozca, es hermoso el paisaje del amanecer, lo veo y tomo su mano. Él está sonriendo como siempre, me susurra algo al oído, algo de lo que me río. Me está conduciendo hacia algún lugar, luego vuelve a acercar su boca a mi oreja, escucho un grito con voz de chica:

-¡Contesta el maldito teléfono!

Me despierto de golpe, un poco, quizás muy aturdida, miro hacia todas partes y veo a Sandy en el marco de mi puerta. Aún está en pijama, trae una almohada consigo, me observa y dice:

-Quien quiera que sea, ha estado molestando desde hace veinte minutos ¿Cómo puedes dormir con el teléfono debajo de la almohada y no escucharlo?

Meto la mano debajo de la almohada, rebusco a tientas y lo saco para ver quién es el que ha interrumpido mi sueño. Deslizo los dedos sin siquiera ver quién es, la voz de mi mamá me despierta más de lo que ya estaba:

-¡¿Por qué no contestas el teléfono?!

-Porque son las cinco de la mañana, se supone que debo estar dormida a ésta hora.

-Me refiero a que te he estado llamando todo el fin de semana y no contestas el teléfono.

-Estuve demasiado ocupada como para contestar.

-Escucha, hoy es la primera cena de ensayo, sólo vendrá la familia, así que vendrás ¿cierto?- analizo lo que me está diciendo lentamente. Hoy es la primera cena de ensayo de su boda y me está llamando para saber si iré.

-No lo sé.

-¿Aún sigues molesta por la pequeña discusión pasada?

-¿Pequeña? ¡Insultaste a mi novio mamá! Sin siquiera conocerlo, lo juzgas sin saber nada de él.

-Ya sé todo lo que necesito saber así que sigo manteniendo que deberías dejarlo.

-¡¿Qué?! Escucha, no voy a tener ésta conversación contigo, sólo te diré que soy un adulto. Ya no puedes impedirme que tenga un novio.

-Sí que puedo, no voy a permitir que arruines tu futuro por algo tan insignificante.

-Sabes qué, no te voy a seguir el juego mamá. Hagan todas las cenas de ensayo que quieran pero sin mí.

-¿A qué te refieres?- su voz suena un poco llena de pánico pero mi mamá siempre sabe ocultar sus emociones.

-Ya me oíste, no pienso ir a ninguna de tus cenas de ensayo, es más, ni siquiera sé si quiero regresar a casa.

-¿Y adónde te quedarás? Deja de ser irracional y vuelve a casa, deja a ése chico y olvida que todo esto pasó.
-Que fácil lo haces sonar mamá- escucharla lo hace parecer todo tan fácil, como si no fuera nada importante, la escucho con incredulidad y  enojo- Sabes, no pienso regresar a casa. Es todo. Me cansé. Pensé que querías que fuera feliz pero mi felicidad no está encerrada en tu casa.

-Escucha, ven hoy por la noche y platiquémoslo.

-No pienso ir a ninguna parte mamá, no voy a seguir cediendo a tus exigencias. No pienso dejar a Ethan porque a ti no te parece su clase social y todas esas tonterías. Es un chico excepcional.

-No me obligues a sacarte de la universidad Andrea- su tono es más de advertencia que de enojo.

-Mamá, dudo que puedas sacarme de aquí, si al caso, podrás sacar mi cadáver porque no pienso abandonar mis estudios.

-¡No me hables así! Soy tu madre y si digo que vendrás ésta misma noche, tendrás que hacerlo.

-¿Qué sucede contigo mamá? Pensé que habías cambiado pero no, sigues siendo la misma.

S de soltera. #WeareWorld #INEFABLEAWARDS2017Donde viven las historias. Descúbrelo ahora