17. Morirán

168K 9.8K 1.9K
                                    

GABRIELA

Una caricia en mi cabello hizo que abriera mis ojos de golpe. Hice una mueca y llevé mis manos a mi dolorido cuello por haber dormido sentada.

—¿Ben? —dije abriendo mis ojos.

—No, sólo yo —dijo la pequeña de pie a un costado con su brazo aún conectado a la máquina —¿Sabes dónde está mi hermano? Quiero decirle que me siento mucho mejor.

Le sonreí y asentí lentamente.
—Ahora vendrá la doctora para revisarte y también llamaremos a Isaac —dije apretando unos botones al costado de la camilla.

Ella sonrió y se le notaba que le faltaban los dientes de arriba. Me alegraba que ya no esté tan pálida como antes, sus ojeras desaparecieron  y sus ojos brillaban.
La miré con ternura y luego sentí una presión en mi mano.

—¿Gabi? —dijo Ben con sus ojos cerrados.

—¿Estás bien? Tranquilo ya viene Judith, ¿Te duele algo? —dije algo preocupada.

Ben rió y abrió sus ojos de par en par.
—Estoy bien, ¿Qué puedo decir? Me gusta el drama —dijo riendo y se giró hacia Lizzie —. Hey, ¿Cómo te sientes pequeña?

Ella le sonrió con timidez.
—Bien, me siento con muchas ganas de correr —dijo abriendo sus ojos —... y jugar con mis muñecas, me sorprende que no tenga sueño. Siempre que las agujas me pinchaban, después no salía de mi cama por un buen rato —dijo emocionada.

—¿Llamaron? —dijo Judith abriendo la puerta y sorprendiéndose al verlos despiertos —¡Oh! ¿¡Cómo están?!

Me levanté de la silla con una leve sonrisa.
—Los dejaré solos, iré a comer algo —dije y salí de la habitación sin hacer mucho ruido.

Suspiré profundo y traté de concentrarme ya que éste lugar parecía un laberinto. De los dos días que estaba aquí, ya me perdí como cinco veces.

—Hey —dijo una voz detrás mio, pero no me faltó darme la vuelta para saber quien era.

—Tu hermana ya está despierta y pregunta por ti —dije sin dejar de caminar. Me giré al no recibir respuesta alguna de él.

—¿En serio? —dijo sonriendo —. ¿Y... y... está bien?

Verlo sonreír me provocó un nudo gigante en la boca del estómago y automáticamente, me quedé sin apetito.
—Si, ve a verla —dije sin ganas y me giré para seguir caminando.

—Gracias —dijo haciendo que me detuviera en seco.

Apreté mis puños y me giré furiosa.
—No digas gracias porque no fue un favor hacia ti, nunca fue un favor hacia ti. Tú mejor que nadie sabe que todo ésto es por Lizzie, una tierna niña que ni siquiera conozco la cual decidí, junto con mis hermanos,  salvarla de las estúpidas personas que están a su alrededor. Ella es la que debe agradecer por no haberla metido en la misma bolsa en donde está su podrida familia.

Isaac me miró con sus ojos bien abiertos e intentó hablar, pero yo seguí caminando, negando cualquier tipo de palabra que tuviera que decirme.
Necesitaba tomar aire. Necesitaba salir de estos pasillos blancos que parecían nunca terminar. Hacían que me mareara fácilmente. Suspirando, doblé hacia la izquierda y gracias a mi sentido de ubicación, pude encontrar la puerta que daba a un patio interno.
Al salir respiré profundo el fresco aire y cerré mis ojos guardando éste corto momento en mi cabeza.

—Yo hago lo mismo cada vez que salgo, 17 años viviendo aquí hay veces en las que te vuelves loco —dijo Theo sentado en uno de los bancos a un costado.

SECUESTRADA © [✔️]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora