WHITE HIT MAN II

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Qué pasa cuando de la nada empiezas a sentirte vigilado, como si alguien estuviera tan pendiente de ti que puedes verlo en tus peores pesadillas, esto le pasó a Matthew, el chico menos "popular" del instituto, él no era muy distinto a los demás, era el mejor de su clase y nunca faltaba con un trabajo, tenía una afición insaciable por los libros, era fácil encontrarlo con su nariz entre un libro en la biblioteca, no le gustaba la monotonía, pero vivía atascado en una vida monótona. Matth sólo tenía una amiga, su única y mejor amiga Cindy, al contrario que Matth, Cindy era bien conocida por la mayoría, ella no era muy fan de los libros a mala gana leía los que en el instituto le pedían, ellos tenían una vida normal y tranquila, pero eso no sería por mucho tiempo... Cindy tuvo que entrar las clases de refuerzo después de la escuela, eso siempre significaba que Matth tenía que irse solo hacia su casa. Cada día le preguntaba, a pesar de ya saber, cuánto iba a durar esto, sabía que iba a durar meses. Un día Matthew empezó a sentir algo extraño, un peso en la nuca como si alguien lo observara, pero a pesar de ver hacia todas las direcciones no encontraba nada, así que comenzó a sentirse incómodo, asustado, cuando le contó a Cindy, ella no le creyó, entonces empezó a desesperarse, esa noche Matthew tuvo una horrible pesadilla, nada de lo que hubiera visto antes, se sentía tan real, en su sueño habían dos sombras era ligeramente notoria la diferencia entre sus alturas , uno de ellos tenía el cabello desordenado y hacia un costado, en su defecto el otro tenía el cabello tan largo como la manga de su saco, que no era corta, de hecho era bastante larga, sus ojos brillaban pero nada más podía ver, el sueño era en su mayoría eso, las dos sombras a cada lado de su cama, viéndolo directamente, concluía con un susurro unísono que decía "Qué tal ese sonido?, déjamos oírlo" a lo que Matthew se despertó asustadísimo, esto no podía ser simplemente un sueño, cuando despertó vio a lado de su cama una nota que decía "Te parece si nos vemos? Hay una bodega abandonada cerca de la frontera a la siguiente ciudad ATT: W.H.s"

Matth de nuevo le contó a su mejor amiga, pero una vez más no le creyó, haciendo mención a esos "locos libros" a los que está obsesionado. La carta parecía importante, estaba escrita en letra gótica, así que le llamó la atención, después de todo si Cindy no lo ayudaba él iba a hacer algo para dejar de tener pesadillas.

Matthew fue a ese lugar con tensión y miedo, no sabía si realmente funcionaría, pero estaba decidido. Cuando entró, no vio nada más que una bodega vacía, vaya pérdida de tiempo resultó ser, hasta que empezó a oír pasos que venían hacia él, o no realmente, sólo se acercaron y observaron directamente, hasta que vieron que estaba solo. «Estoy aquí! ¿Para qué querían que viniera? ¿Quiénes son ustedes?» fue lo primero que salió de la boca de Matthew antes de que una de esas dos sombras respondiera, «¿Crees que te llamamos aquí para hacer preguntas?» fue la respuesta que en medio de carcajadas dio el más alto, sosteniendo un monstruoso mazo que apuntaba hacia él, «Quiero oír ese sonido» susurró con grave voz el más bajo cuyo cabello sólo cubría parte de su ojo derecho. Matthew comenzó a correr en busca de seguridad, aquel chico, hombre, muchacho o lo que fuere, de cabello largo lo siguió corriendo mientras sus mangas y su cabello se mecían con el viento, sus grandes botas de punta dura sonaban contra el suelo haciendo obvia la persecución, aquel otro hombre sólo dio la vuelta y siguió, Matthew estaba apunto de llegar a su casa, se sentía a salvo, había corrido demasiado, vio atrás pero no parecía haber rastro de las pálidas siluetas que lo perseguían, se sintió seguro, pero, turbó su calma el peso de un golpe que le dejó su espalda inútil, no podía ya levantarse de donde estaba, frente a su puerta, no podía siquiera gritar y pedir ayuda, pero empezó a seguir sintiendo golpes, uno tras otro oía como sus huesos se destrozaban, «Ese sonido, a ese sonido me refería» susurró grave el más bajo, con carcajadas que se oían de fondo, poco a poco, Matthew se volvió sólo un saco de huesos en trozos sin uso

Al siguiente día se encontró el cuerpo de Matthew destrozado y aplastado a golpes, se hizo la debida investigación pero no se halló un culpable ni un testigo. Se interrogó a su única y mejor amiga pero parecía haber caído en la locura de la pérdida de su mejor amigo, lo único que respondió a los investigadores fue... DEBÍ HABERLE CREÍDO.

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