Luces, cámara, drama 《EXO (Hunsoo/sesoo)》

El chico del café

Oh Sehun.

¿Un amigo?

Difícilmente podría catalogarlo como tal, y no porque no quiera o la relación de ambos no sea amistosa, pero es tan poco el tiempo que pasamos juntos y son tan banales las palabras que intercambiamos que nunca se formó una real conexión, nunca nos conocimos al punto de saber los gustos del otro ni hablarnos de manera informal.

Pero eso no evitó que me gustara.

Van a llamarme superficial por fijarme en alguien a quien realmente no conozco del todo pero ¿no comienzan así los más grandes amores?

Sé de él lo suficiente para decir con confianza que me gusta su personalidad y sin duda me atrae su físico ¿qué más necesito?

Sus gustos, su pasado, sus sueños; son cosas que tengo la vida entera para descubrir.

Bueno, que tendría la vida entera para descubrir si estuviéramos casados o algo así.

Pero no, él es mi dongsaeng en la facultad de estudios cinematográficos y yo su sunbae. Me estima y me respeta pero sé que no le gusto para nada y ni me consta que puedan gustarle los hombres.

Es un caso perdido, de esos amores que no pueden ser.

Me trata de forma amable, incluso me compró café aquella vez que yo andaba cual zombi por trasnochar con los exámenes finales, pero nada más que eso. Y quizá sea por eso, por ese corazón tan noble que tiene, tan dispuesto a apoyar y ayudar siempre a todos que me siento de esta manera.

Uno creería que en la carrera de actuación no tendría que haber exámenes escritos pero ya ves que sí. Fue duro pero fue posible y me gradué con excelentes recomendaciones, fue tiempo de dejar la universidad y mi adorado dongsaeng, que recién cursaba su primer año, no supo nunca de mis sentimientos.

Debía permanecer así. Ese juvenil enamoramiento debió haber muerto ahí, pero solo dos años más tarde durante la filmación de mi primer drama (todos mis anteriores trabajos han sido videos musicales y como extra en películas) ese bello dongsaeng se irgue de nuevo frente a mis ojos con un café caliente en la mano... o dos... u ocho.

Oh Sehun, asistente de filmación.

También conocido como el chico alto de lentes que anda por el set haciendo siempre este u otro recado.

El chico que me gustaba.

El chico que ... ¿aún me gusta?

No podría decirlo, han pasado ya dos años y he seguido con mi vida, pero verlo ahí de pie, repartiendo café con una amable sonrisa como si le diese gusto hacer algo tan simple, admito que mueve algo en mí.

De entre los ocho afortunados que recibirán su café de la primera tanda estoy yo; cortesía del director que ha enviado a por ellos para minorar el ambiente en el primer día de filmación. Sehun se me acerca y no parece reconocerme al principio, dedicándome el mismo saludo formal y la misma sonrisa que al resto de los actores mientras me extiende la humeante bebida.

¿Qué es peor?

Que me haya olvidado en sólo dos años cuando yo desde lejos lo he reconocido tan fácilmente.

O que me recuerde, pero me trate igual a los demás de todas formas porque le soy indiferente, un sunbae más de tantos.

"Oh Sehun-ssi, cuanto tiempo ha pasado" saludo y me sabe a derrota. ¿Por qué siento que renuncio a mi propio orgullo al pronunciar esas palabras? ¿Al admitir que su recuerdo vive fresco en mi mente cuando el mío es para él tan insignificante?