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Jungkook observaba al fino y frágil castaño acomodar productos de cuidado personal sobre la estantería vacía, había ido al mini super hace unos minutos para poder verlo, y si era posible, hablarle nuevamente

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Jungkook observaba al fino y frágil castaño acomodar productos de cuidado personal sobre la estantería vacía, había ido al mini super hace unos minutos para poder verlo, y si era posible, hablarle nuevamente.

Mientras el criminal fingía escoger un par de navajas de afeitar, Taehyung intentaba poner los enjuagues bucales en uno de los estantes más altos, ya iba retrasado y debía volver a la caja porque se encontraba sólo. Hoy es el día libre de Yan An.

Los brazos de Taehyung eran delgados, y a pesar de ser un chico alto, estos no resistieron el peso de cinco grandes botellas al querer colocarlas juntas.

Mgh. —exclamó al sentir una estamparse justo en su rostro, mientras las demás caían estrepitosamente sobre el suelo.

Jungkook lo observó, esta era su oportunidad.
Taehyung se lanzó al suelo para comenzar a recoger el desastre que causó, sin embargo, sus manos se detuvieron junto con todos los músculos de su cuerpo al sentir un par de manos tomando la suya. Alzó la mirada, encontrándose con un chico de flequillo y gorra. Los ojos de Taehyung recorrieron su rostro entero, ojos grandes y pardos, vigorosos pómulos rodeados de rasgos varoniles y ¡Oh! hermosa sonrisa afable. El empleado sonrió de vuelta.

¿Estás bien? —preguntó Jungkook, sosegado y cordial, sorprendiéndose consigo.

El más joven abrió la boca y no emitió ningún sonido. Sus mejillas no tardaron en obtener el color de una jugosa manzana roja.

S...Si, estoy bien. —contestó por fin. La timidez de Taehyung sólo podía causar un hormigueo en el estómago de Jungkook.

El último mencionado, sin perder tiempo, se dispuso a levantar los enjuagues con prontitud y colocarlos en la estantería, todo con ayuda de sus fuertes brazos y sus ágiles manos.

N...No tiene que hacer eso. Eh... —no siguió hablando al reparar que todas las botellas ya se encontraban acomodadas. Eso causó un tono bermellón mucho más intenso en sus mofletes—. Muchas gracias, de verdad. —agradeció, haciendo una venia frente a él.

Jungkook pasó su lengua por su labio inferior, como sí pudiese saborear la vulnerabilidad y castidad del bello ángel.

No te preocupes, ten más cuidado, la vez pasada te asustaste conmigo.

La boquita del más pequeño se deformó en un círculo, ahora podía recordarlo, ya había visto a ese chico con anterioridad. Una nueva sonrisa, que hizo que sus ojos desaparecieran casi por completo entre sus párpados, sustituyó su mueca de sorpresa.

Oh, lo recuerdo. —contestó Taehyung, riendo después.

La rigidez corpulenta del pelinegro por poco se deshace frente a esa expresión.

Si, bueno, lamento haberte asustado. —contestó de inmediato, atorándose con su propia lengua.

No, no. Está bien, sólo estaba distraído. Aunque no debería, hace casi dos semanas me apuntaron con un arma, un tipo robó en nuestra tienda. Fue terrible. —una mueca afloró en su rostro y un temblor le recorrió la espalda.

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⏰ Última actualización: Sep 11, 2020 ⏰

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