Capítulo 1: Dark Crimes

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Hace mucho tiempo, en un país muy lejano cuyo nombre no conozco porque soy pésima en historia y geografía, vivía un Duque con extraños y exquisitos gustos: adoraba oler pelo quemado, ser colgado y encadenado bocabajo desde grandes alturas, correr desnudo durante las tormentas más violentas... Pero sobre todo aspirar el humo de la quema de hortensias, lo cual bien explicaría sus... ¿Rarezas?
En ocasiones lo mezclaba con marihuana, otras con tabaco, otras añadía disolventes y, en sus nayores RAVES de la laif, lo juntaba todo mientras sonaba Bob Marley de fondo. Justo era una de esas raves la que acontecía en su loft de lujo cuando la música paró en seco. Los ojos del Duque se fijaron en la dama de sádica mirada que acababa de llegar.

Aquella dama era un revuelto de sedas y encajes del color de la sangre, y sus zapatos tintineaban en el suelo como agujas de reloj antiguo: un sonido - tic tac tic tac - capaz de poner los pelos de punta al soldado más experimentado del rey. El duque seguía cada uno de sus movimientos, pero la Dama Sangrienta se escabullía por la sala, entre la muchedumbre. Sin embargo, con la agilidad de una serpiente y la elefancia del cisne, su cuerpo se escabulló por una puerta. El duque, no pudiendo fallar aquella vez, se apresuró, de la manera en la que un humano sólo puede tropezarse en el mismo punto dos veces, a seguir a la dama. Los pasillos, en seguida se dio cuenta, eran indudablemente más largos que la vez anterior, cuando los había recorrido para llegar a la fiesta; y las paredes, parecían doblar las concepciones clásicas del espacio. Y siempre, siempre, el tic tac de la dama roja, serpenteante, una risa al final del pasillo, nunca visible, el duque siguió caminando.

No se detuvo ni giró, el pánico era mayor que su curiosidad, "Tic, tac" sonaba en la distancia, sin darse cuenta aumentó el paso, y con él sus latidos, su nerviosismo crecía, su terror ya era incontrolable, sin darse cuenta ya estaba corriendo, una leve risa sobaba en la distancia. El duque huía por el pasillo que parecía no tener fin, la risa sonó más cerca, el duque empezó a ir aún más rápido, cuando llegó al final encontró una puerta. Cuando la abrió, la voz era más intensa y dijo "tic tac". Traspasó la puerta y encontró una antigua escalera sucia que parecía bajar al infinito, el duque no tuvo más remedio que bajar, el ambiente se calmó, pero a medida que bajaba el olor a humedad iba cambiando paulatinamente a un fuerte olor a sangre. Los escalones pasaron de ser de piedra a estar hechos con una malla de metal oxidado, según huía empezó a escuchar unos pasos que iban a la par muy cerca de él. Notó de pronto la respiración de alguien detrás de él. Cuando no tuvo escape alli estaba ella con su vestido rojo sangre, se acercó a su oído y le dijo "Vamos, duque... No huyas más de mí..."

"Sé lo que hiciste wey", tras esto al duque le dio un ataque al corazón y cayó al suelo desplomado. Ella se llevó las manos a la boca, y con la respiración agitada empezó a andar rápido por la habitación. De repente una luz asomó por la ventana, poco a poco fue aumentando hasta cegar a la chica. Todo se volvió blanco. Al volver a abrir los ojos se encontraba en el Resurrection Festival, el festival de Metal más importante de toda Europa. En el escenario estaba actuando una banda llamada "Bring me the Horizon", la gente estaba súper alterada y saltaba por la emoción. La joven estaba muy perdida. "Qué coño pasa aquí?" Tras eso la gente hizo un círculo en torno a ella, la cual se quedó en blanco, pues todos la miraban fijamente.

La niña se encontraba ahí, con las manos ensangrentadas, encima del cadáver y con la que sin duda era el arma homicida en su poder. ¿Creería alguien en su inocencia? "Yo... Yo solo... No... Aah..." Balbuceaba mientras las lágrimas escurrían por sus mejillas. Asustada, avergonzada, confusa, sola. Sobre todo sola ante las fulminantes miradas del resto del pueblo, miradas que la juzgaban y acusaban de un crimen que no había cometido. Los rumores no solo no cesaban, sino que se iban acrecentando. "Muy bien, jovencita, quedas detenida por homicidio en segundo grado." Dijo el agente que se encontraba arridillado frente a ella, tratando de calmarla. Metió el arma en una bolsa de plástico y se llevó a la niña esposada a comisaría sin que esta cesase en su llanto.

Una vez llegaron a comisaría, la metieron a la celda y procedieron a llevar el arma al laboratorio para analizarla con más cuidado. Una vez que lo dejaron se fueron a interrogar a la acusada. La sacaron dd su celda y la llevaron a otra sala con dos sillas y una mesa la cual estaba vacía hasta que el policía dejó un vaso con agua para ella y unos papeles para apuntar las cosas; la obligaron a sentarse y ella comenzó a observar la habitación con mucho detalle. Se fijó en la gran ventana que poseía la sala. Ella se negaba a confesar puesto que solo había retirado el arma de su lugar, por lo tanto sus huellas habían tapado las del verdadero asesino. Ella se sentía culpable porque también era culpable.

Sus manos temblaban tras enterrar el cadáver, se giró para ver al chico con la pala a su lado, estaba calmado, como si no hubiesen matado a nadie, sacó una caja de su bolsillo de la cual cogió un cigarro y lo encrndió, y sin apartar la vista del montón de tierra le dijo "¿Sigues nerviosa?" No contestó, seguía perpleja ante tal crueldad, cuando bajó la mirada vio sangre en sus manos, sacó un pañuelo de seda blanco y siguió frotándose, el pañuelo acabó rojo pero sus manos seguían rojas. Desconcertada preguntó "Por qué no se va?" El chico con el cigarro le replicó "No se irá nunca, estará pegado a ti, no importa loucho que frotes... Esa sangre ya es parte de ti." La chica perdió parte de su cordura y siguió frotando con más intensidad. Él la miraba con pena, ella terminó por caer al suelo parando la caida con las manos, empezó a llover y trad una pausa, el chico le preguntó "¿Nos vamos?" Tiró el cigarro. Ella no respondió, se quedó quieta unos instantes y cuando cayó un trueno ella hizo clico y empezó a reir como una loca.

La luz del rayo que siguió al trueno iluminó su rostro, enteramente magullado. Su tétrica risa había logrado despegar la tirita de su nariz ante la aterrada mirada de los agentes que ya no sabían cómo reaccionar. Sin duda se negaban a creer que una niña de su edad hubiera sido capaz de cometer tan atroces actos, pero las pruebas no dejaban de apuntar a ella. Tanto interrogatorio había mellado la débil mente de la chiquilla que no paraba de llorar el primer día. Todos deseaban desde el fondo de su ser que se les hubiera pasado algo, una prueba decisiva que demostrara su total inocencia. Pero la inocente y asustada niña que lloraba ensangrentada encima del cadáver no mostraba ya luz alguna en sus ojos rojizos del llanto y las palizas recibidas a lo largo de toda la semana. Era obvio que por mucho que hubieran despedido a aquel corrupto que no podría volver a trabajar de policía, y de los juicios que le quedaban por delante por los abusos contra la demasiado joven acusada, el daño ya estaba hecho, pues la pobre no sólo había recibido palizas. Pero... ¡¿Cómo imaginar que él, tan amable como era, escondía tan repugnante fetiche?! Sería imposible olvidar la imagen de la niña recién violada en el suelo, inconsciente tras otra paliza, y toda la pornografía hallada en su PC. Todas esas cosas les venían a la mente a los agentes al ver a la chiquilla reír de esa manera. Ojalá alguien se hubiera percatado de la pistola sobre la mesa. Ojalá, porque ya era demasiado tarde. Ahora el cuerpo inerte de ella yacía muerto sobre dicha mesa.
FIN.

Y bueno, esto es todo por ahora.
Agradezco a todas las personas que han ayudado a crear esto, entre las cuales están (que tengan Wattpad, me refiero) natikpoper21 y vvvcarolina1 :)
Espero que lo disfrutéis ❤

ばか! 😊

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⏰ Última actualización: Mar 16, 2018 ⏰

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